Las complicaciones han marcado la búsqueda de Blanca Fernández Ochoa por la sierra de Guadarrama. La descoordinación entre los dos cuerpos de seguridad, esto es entre la Guardia Civil y la Policía Nacional, han impedido que se lleve a cabo con mayor velocidad. Por una parte, la Guardia Civil ha sido el cuerpo encargado de la búsqueda de Blanca, por otra, la Policía Nacional ha sido la encargada en llevar a cabo la investigación sobre el suceso.
El testimonio del testigo
La primera noticia que tuvieron los cuerpos de seguridad sobre el caso de Blanca fue de la hija de la medallista, cuando el día 29 de agosto la recibieron en dependencias de la Guardia Civil de Las Rozas cuando se disponía a efectuar una denuncia por desaparición de su madre, de la cual no sabía nada desde hacía cinco días.
De esta manera, la Guardia Civil derivó la búsqueda a la Policía Nacional del barrio madrileño de Aravaca, cuerpo encargado de llevar a cabo este tipo de investigaciones. Con todo, la Policía Nacional empezó la investigación en ese momento. Poco después se encontró el vehículo de la atleta, un Mercedes clase A negro, hallado en el aparcamiento de Las Dehesas (Cercedilla), demarcación de la Guardia Civil.
A partir de ese instante, expertos de la benemérita empezaron las indagaciones por la zona montañosa cercana a la ubicación del automóvil de Blanca. Se inicia un importante despliegue, al cual se suma la Policía Nacional.
Según el ministerio de Interior, la Policía Nacional se encontraba al cargo de la búsqueda el día 4 de septiembre, jornada en la que se encuentra el supuesto cuerpo sin vida de la esquiadora.
Además, el ministerio asegura que un vecino que se encontró a Blanca el día 24 o 25 de agosto dijo que la esquiadora le había dicho que se dirigía hacia la zona en la que, días después, sería presumiblemente encontrada Blanca.
Tras la comunicación de este dato, un agente de la Guardia Civil, el cual «no tenía ni idea de esa información», encontró «por casualidad» el supuesto cuerpo de la esquiadora.
- Quieres saber más?: La trágica historia de Blanca Fernández Ochoa
Lo que ha sorprendido a Alfredo Hernández, el testigo que dio aviso a la Policía Local de su conversación con Blanca, ha asegurado al medio ‘El Mundo’ que, en cuanto se enteró de la localización del coche mediante las noticias, llamó inmediatamente a la Guardia Civil para repetir su versión sobre el posible paradero de Blanca.
«No cogió nadie», reveló al medio de comunicación, con lo cual decidió ponerse en contacto con la Policía Local, la cual le tomó declaración de sus palabras. Poco después, Jeni, la hija de Alfredo llamó a un agente de la Policía Local para interesarse. «Mi amigo me dijo que nos llamarían», dijo Jeni para el citado medio.
No obstante, nadie les dijo nada. Fue el día 4 de septiembre cuando volvieron a contactar con la Policía Local, momento en el que se puso en marcha el operativo por la zona que había descrito: la Peñota. Poco rato después «nos llamó la Policía Nacional», según Jeni. «Se habrían ahorrado la búsqueda», ha sentenciado.
La descoordinación
Luis Miguel Peña, alcalde de Cercedilla y máximo responsable de la Policía Local, asegura que ellos trasladaron la información aportada por Alfredo y su hija el mismo día 1 de septiembre a la Policía Nacional. Además, también aseguran que tras la llamada de Jeni volvieron a insistir en la información.
A su vez, tanto fuentes de Interior como de la Policía aseguran que recibieron las informaciones de Alfredo y Jeni el día 4 de septiembre. La Guardia Civil insiste en que conocieron esos datos el mismo día 4, y que el agente que descubrió el cuerpo lo hizo «por casualidad», ya que añaden que el día 1, jornada en la que Alfredo se pone en contacto con los cuerpo de seguridad para traspasar su información, solo estaba un cuerpo al frente del operativo.
También se ha hablado de que existió la posibilidad de apartar del caso a la Guardia Civil, esta orden habría venido desde el ministerio de Interior, de Fernando Grande Marlaska. Añaden que fue la delegada del Gobierno, María de la Paz García Vera, quien detuvo esos planes y consiguió que ambos cuerpos siguieran trabajando juntos.
Según informaciones de Interior, niegan que fuese así: «Es falso e imposible»,aseguran. «No ha habido ningún tipo de conflicto y la delegada no tuvo que mediar, sino que ayudó a que se coordinaran ambos cuerpos».