La deportista ganó en 1992, a la edad de 29 años, el bronce en la categoría de eslalon en los Juegos Olímpicos de Albertville, convirtiéndose así en la primera deportista española en conseguir una medalla olímpica. A lo largo de su carrera, consiguió 23 podios y un bronce olímpico. Sin embargo, sus familiares afirman que ella no se sentía satisfecha con sus logros, ya que nunca consiguió colgarse la medalla de oro.
Su referente más importante, tanto en lo personal como en lo profesional fue su hermano Paco. A día de hoy, es el único deportista español en conseguir una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos de Invierno. Lamentablemente, Paco nos dejaba en 2006 víctima de un cáncer linfático, a la edad de 56 años, los mismos con los que falleció Blanca. Este fue uno de los golpes más duros de la deportista, que la marcó para toda la vida.
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La muerte de Blanca Fernández Ochoa
La muerte de Blanca Fernández Ochoa ha estado, desde el principio, rodeada de preguntas y sorpresas. El cuerpo sin vida de la deportista fue encontrado sin vida cerca de la cima del Pico de la Peñota, en la sierra de Guadarrama. Aunque en un principio se pensó en un accidente, lo cierto es que a raíz de la autopsia y de lo que han ido informando amigos y familiares, se ha ido desvelando que la deportista sufría una enfermedad mental.
Su estado, junto con la penosa situación por la que estaba pasando, han podido ser los detonantes que han hecho que la deportista Blanca Fernández Ochoa anticipara su muerte. Según José María García, periodista deportivo y amigo de la víctima, la esquiadora estaba pasando por una situación económica deplorable. A raíz de esto, acudió a la Federación de Deportes de Invierno para pedir trabajo, pero le negaron cualquier ayuda y la rechazaron. En aquel momento, Blanca se ganaba la vida vendiendo chalecos para adelgazar.
Blanca Fernández Ochoa ya descansa en paz junto a su querido hermano, y los dos quedarán para la posteridad como los grandes esquiadores alpinos olímpicos del país.