Los factores ambientales, el cansancio acumulado y la toma de determinados medicamentos son algunos de los factores que deben tenerse en cuenta antes de conducir un vehículo. Para no poner en riesgo la vida de nadie es necesario estar fresco si se va a manejar el volante, si no es mejor posponerlo.
El gran número de horas de trabajo de un paramédico en Australia pudo ser el causante de un grave accidente, que se saldó con una víctima mortal y dos heridos.
Karen Biddell, de 48 años, perdía la vida en Australia en 2016 tras tener un accidente la ambulancia que la trasladaba desde su casa hasta el hospital. Al parecer, el paramédico que la conducía se quedó dormido al volante, provocando un grave accidente de tráfico.
Perdió el control al volante
Matthew James McLean, el paramédico implicado, ha ido a juicio esta semana tras declararse no culpable de las acusaciones de causar la muerte de la paciente por conducción peligrosa y dos cargos de daños y perjuicios.
Estos cargos están relacionados con la muerte de Karen Biddell, que murió en Port Wakefiel Road en 2016, mientras era trasladada desde su casa al Royal Adelaide Hospital para ser sometida a un tratamiento no urgente de úlceras en las piernas, según informa el diario 'Daily Mail'. La mujer tenía bastante sobrepeso y la ambulancia era la mejor forma de llevarla hasta el centro sanitario
Este trágico suceso, que terminó con una víctima mortal, tuvo lugar el 16 de agosto de 2016 a las 02.30 horas de la mañana. Una ambulancia, de cinco toneladas de peso, perdió el control en un terraplén y rodó. Además de la fallecida, otro paramédico, que iba en la parte trasera de la ambulancia, y la hija de la víctima mortal sufrieron heridas por culpa del accidente.
¿Demasiado cansado para conducir?
En el inicio del juicio del miércoles, el fiscal Mark Norman explicó que la ambulancia golpeó a un árbol pequeño primero. Cuando el conductor intentó retomar el control del vehículo, que tenía puesto el control de crucero, se fue por un terraplén dando una vuelta de campana, que dejó la ambulancia en posición vertical.
El propio paramédico confesó a los presentes en el lugar del accidente que se había quedado dormido. Matthew James McLean, de 42 años, explicó que había tenido que parar unos minutos a tomarse un café para espabilarse porque necesitaba una solución rápida para poder seguir trabajando esa madrugada, pero la cafeína no le funcionó. Y es que el cansancio acumulado no es un buen compañero de viaje.
El abogado defensor dijo que el paramédico había trabajado 11 días de 12 incluyendo cuatro turnos de noche en los cinco días anteriores al accidente, lo que podría haber provocado tanto agotamiento en él. Y es que McLean se había ofrecido como voluntario para hacer horas extras en los días previos al accidente.
Conducir un vehículo de emergencia en condiciones de fatiga es extremadamente peligroso. El cansancio puede aumentar las distracciones al volante y merma la capacidad para tomar decisiones.
Además, puede producir alteración de la percepción del espacio y del tiempo. Así que lo mejor es no conducir hasta asegurarse de que uno está lo suficientemente fresco para emprender de nuevo la marcha.
Por su parte, en este caso australiano los análisis desvelaron que no había ningún tipo de droga o alcohol en su organismo.Así queda descartada la opción de que algún estupefaciente hubiese alterado la capacidad de conducción del paramédico en cuestión.