El IES Emilio Alarcos de Corvera, en Asturias, nunca olvidará a su profesora más querida, Sagrario López Pérez. La docente dejó huella entre sus compañeros, y sobre todo en sus alumnos. “Se preocupaba de verdad por los críos”, ha declarado el director del centro, Manolo Suárez, aún en shock.
La misma consternación inunda hoy las aulas del colegio asturiano, y de todos los centros donde trabajó Sagrario. Ha muerto de repente a los 53 años, después de un cuarto de siglo dedicados a la enseñanza. El Emilio Alarcos fue su casa, pero también estuvo dando clases en el IES Los Campos.
Casada y con un hijo, será enterrada mañana
La profesora murió el lunes de repente, por causas que se desconocen, y la noticia de su fallecimiento corrió rápidamente. El director del colegio asegura que los alumnos aún están encajando el duro golpe, porque Sagrario era muy querida. La recuerda como “una mujer muy alegre, muy buena persona, con una total dedicación a las aulas”.
Sagrario estaba casada con Manuel Ángel y tenía un hijo, Daniel. Familia, padres, alumnos y compañeros podrán darle desde hoy el último adiós en Jove, Gijón. Esta mañana se ha instalado la capilla ardiente en el tanatorio, y mañana a la una de la tarde tendrá lugar el funeral.
Profesora de francés, comprometida con la pública
Sagrario era una profesora entregada que daba tanta importancia a la enseñanza de sus alumnos como a la formación humana. “Me encanta enseñar francés a los alumnos, porque poco a poco aprender a hablar en una lengua extranjera”, dijo en una entrevista. También desveló de dónde venían sus aficiones.
Su amor por el francés venía de un viaje que hizo cuando era joven, y que le hizo enamorarse del país, de su lengua y su cultura. Explicó que había escogido la profesión de docente “porque desde pequeña me di cuenta que era mi vocación, que me gustaba el mundo de la enseñanza”.
Después de acabar el bachillerato estudió la carrera para ser profesora de francés, y acabó con 23 años. Como profesora daba mucha importancia a la disciplina, a aspectos como la puntualidad. Pero también entendía que el profesor, además de maestro, debe ser un apoyo para los alumnos en todos los aspectos.
Comprometida desde siempre con la enseñanza pública, no dudó en criticar los recortes del Gobierno del PP. “Tener a más de 25 alumnos por aula baja la calidad de la enseñanza”, replicó. Claro que para ella, “en general los alumnos son buenos, aunque tienen que estudiar más y prestar más atención”.
Una nueva tragedia en un colegio asturiano
Hace apenas unos meses, otro instituto asturiano vivió una experiencia traumática con la muerte de su conserje. José Antonio Cuendias, trabajador del IES Monte Naranco de Oviedo, murió a los 62 en un desafortunado accidente. Quería recuperar unas llaves por el hueco del ascensor, cuando este se puso en movimiento.
El hombre quedó aplastado y murió en al acto justo cuando los alumnos estaban en el aula. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada para salvarle la vida, y la policía abrió una investigación. Finalmente se concluyó que había sido solo un terrible accidente, sin negligencia de nadie.
La muerte de José Antonio, igual que la de Sagrario, también provocó una enorme tristeza entre padres, alumnos y compañeros. Las trágicas circunstancias de su fallecimiento lo hicieron incluso más duro y traumático. Le recordaron como un hombre bueno y servicial que siempre quería hacer la vida más fácil a los demás.
La comunidad educativa asturiana vuelve a estar de luto por la muerte de uno de los suyos. En este caso se trata de Sagrario, con 25 años de dedicación en la labor educativa. Sus alumnos de francés han perdido a una de sus mejores profesores, y algo más, a una guía y una buena amiga.