Beatriz Cano, comunicadora fallecida a los 35 años en un ataque

Fallece tras un ataque y con tan solo 35 años la comunicadora Beatriz Cano

La joven pertenecía al grupo de comunicaciones de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca.

Trágica noticia la que nos llega desde Colombia, donde se ha conocido hace pocas horas el  fallecimiento de una mujer de 35 años relacionada con el mundo de la comunicación. Se trata de Beatriz Cano, que perdió la vida el pasado viernes, 4 de junio, al haber recibido tres impactos de bala. Los hechos ocurrieron en Santander de Quilichao, una pequeña ciudad de menos de 100.000 habitantes en la región del Cauca, en el sur-oeste de Colombia.

Fue la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social MAIS, Martha Peralta Epieyú, quien confirmó el lunes la muerte de la comunicadora. Beatriz Cano era de origen indígena, y por ello fue la líder de esta entidad quien dio a conocer su fallecimiento. La muerte de Cano, de tan solo 35 años de edad, se produjo en la Clínica Valle del Lili de la ciudad de Cali.

Se trata de la tercera ciudad más importante de Colombia, con 2,5 millones de habitantes; a 55 kilometros de la localidad donde Cano fue tiroteada. Tras entrar en el hospital en situación de muerte cerebral, nada pudieron hacer los médicos de la clínica para salvar su vida.

Beatriz Cano, víctima de un tiroteo

El terrible desencadenante tuvo lugar en el barrio de Lourdes de Santander de Quilichao. Allí, varios sujetos armados en una camioneta abrieron fuego con fusiles en contra de dos patrulleros de la Policía que murieron en el lugar. En ese momento, un grupo de seis indígenas caminaba por el lugar y resultaron heridos, muriendo dos de ellos ese mismo día, entre ellos Cano.

La víctima, de 35 años de edad, era efectivamente de origen indígena. Además, era muy conocida en el mundo de la comunicación, ya que era miembro desde hacía años del grupo de comunicaciones de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca. Se trata de una entidad ligada a su origen indígena.

Un ministro condena el tiroteo que acabó con la vida de Beatriz Cano

Con el fallecimiento de la comunicadora Beatriz Cano, se suman cinco víctimas mortales en el ataque. «Con profunda tristeza despedimos hoy a Beatriz Cano, comunicadora y madre, guerrera de voz dulce que fue silenciada por las balas de quienes nos han declarado la guerra. Mi solidaridad con su familia y amigos», afirmó Feliciano Valencia, senador de la República y exconsejero del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).

Por el momento las autoridades continúan con la investigación y la búsqueda de los responsables del crimen. Al principio se responsabilizó del ataque a las disidencias de las FARC que delinquen en la zona. El día del crimen también murieron María Isabel Angulo Ribera y Carlos Giovanny Delgado Jiménez, dos agentes de la Policía por disparos con armas de fuego.

«Rechazamos cualquier atentado o afectación que tenga la Policía Nacional» afirmó el ministro de Defensa, Diego Molano. «Lamentamos que esta mañana dos patrulleros en Santander de Quilichao fueran asesinados por un fusil, presuntamente, por las disidencias de las Farc», afirmó. «He dado instrucciones a nuestra Policía Judicial para que avance de forma acelerada en encontrar a los responsables, a judicializarlos y que los lleven a la justicia», agregó el ministro.

Diego Molano, ministro de la zona, rechazó estos actos durante una ceremonia desarrollada en la Plaza de Bolívar. En la misma proclamó como nuevo comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá al brigadiero general Eliécer Camacho Jiménez. Hasta ahora, la información obtenida por la Policía es que los asesinados no superaban el año y medio en la unidad policial que les había sido asignada.

La realidad es que el municipio de Santander de Quilichao, donde ocurrió el tiroteo, se está viendo afectado por las situaciones violentas constantes que se originan. A inicios del mes de abril tuvo lugar una masacre en la zona y fueron asesinadas cuatro personas. Para dar con los asesinos, las autoridades ofrecieron 50 millones de dólares como recompensa.