Una mujer mayor 'autoconfinada' mira el exterior desde su ventana

Fallece en el pasillo de su casa un español que estaba en cuarentena por coronavirus

El hombre no respondía a las llamadas realizadas desde el exterior de la vivienda por su mujer

El Covid continúa dejando historias trágicas en todo el territorio, en este caso la última tragedia la marca un hombre que se encontraba guardando confinamiento en su vivienda tras haber dado positivo en un test por coronavirus. El fallecido vivía a escasos metros del Hospital Universitario Central de Asturias, en la calle Juan Antonio Álvarez Rabanal y fue hallado por los servicios de emergencia de Oviedo.

Los hechos fueron reportados por la mujer del individuo, que ante la negativa de respuesta del mismo en el domicilio conyugal procedió a comunicarse con la Policía local. A media tarde, en la llamada le comunica a los agentes de emergencias que su marido le había llamado diciendo que se encontraba muy mal, hecho que presagiaba los peores acontecimientos. 

Miembros de los bomberos y diferentes agentes de la ley llegaron al domicilio alrededor de las 17 horas, y se encontraron con la misma problemática que encaró la mujer. La puerta del apartamento se encontraba bloqueada, y ante las numerosas llamadas al interior que no encontraron respuesta alguna, se decidió echar la puerta abajo.

La trágica escena

Una vez en el interior los peores indicios se confirmaron. El hombre se encontraba tendido en el pasillo y no mostraba ningún signo vital. Los agentes de emergencias confirmaron su fallecimiento y procedieron a levantar el cadáver, cuya muerte se confirmaría más tarde que había sido ocasionada por complicaciones del virus.

La ciudad ovetense está siendo una de las más castigadas en la región asturiana, con un máximo de incidencia acumulada reportada este viernes de 550 casos por cada 100.000 habitantes. En todo caso, como sucede en el resto de la península la incidencia comienza a descender debido a la acción de las medidas restrictivas.

Tanto la capital de Asturias como sus centros de salud fueron de los más castigados por el incremento del coronavirus, pero a comienzos de esta semana se sitúa por debajo de la media nacional. A pesar de ello, la situación en los centros hospitalarios continúa siendo crítica, sobre todo en las UCIs que siguen poniendo una alta presión sobre el personal sanitario. Oviedo comenzó las Navidades con una incidencia de 136 casos, un dato que en apenas un mes se ha triplicado.

El coronavirus sigue cobrándose vidas

La tragedia que ha impactado la ciudad asturiana se repite en multitudinarios puntos de todo el mundo, y las formas en las que continúa cobrándose vidas son muy diversas. Como por ejemplo el caso de un hombre de Tenerife que sufrió la infección del virus en dos ocasiones. Contrajo la enfermedad primero en abril del año pasado, y volvió a recaer en diciembre del mismo 2020. 

El hombre de 84 años —que ya había superado el periodo de 6 meses en los que se determina que el organismo genera defensas— tenía inmunosenescencia, un proceso por el cual el cuerpo deja de reforzar el sistema inmune a niveles normales, y se tiende a achacar a la edad.

Otro caso que llenaba las portadas fue el del anestesista Miguel Casañ, que hace apenas dos semanas ocupaba las pantallas de los principales informativos matinales relatando la historia sobre las diferentes cepas. El sanitario había contraído primero la variante común, y en esta segunda toma de contacto, la que se supone es la británica.

Aseguraba que se trata de una mutación mucho más infecciosa y que requiere un periodo de incubación mucho menor, pero que él la había considerado mucho más agresiva. Uno de los aspectos que resaltaba es la pérdida de peso que había sufrido en escasos 10 días, en los que llegó a bajar entre 10 o 12 kilos. Son muchas las historias que continúan cobrándose vidas en España a causa del Covid, pero está claro que las labores de investigación en materia de salud permiten avanzar hacia su erradicación.