Santi Millán recordará este confinamiento por culpa del coronavirus de la peor manera posible. El catalán está pasando estos días junto a su mujer, la realizadora de televisión Rosa Olucha, y sus dos hijos, Ruth y Marc.
Para el presentador no están siendo unos días nada fáciles, y mucho menos después de conocer que su padre Antonio murió recientemente por coronavirus, tal y como acaba de confesar Santi Millán durante una entrevista para 'Mundo Deportivo'
«Mi padre falleció hace dos o tres semanas por el Covid-19. Por eso te digo, la situación es complicada. El pobre de mi padre estaba muy deteriorado, pero no por eso deja de ser un mal trago», ha explicado el actor.
La tristeza de Millán es evidente, y es que el fallecimiento de su padre le ha afectado mucho. «Mi padre tenía 81 años y ya tenía su vida hecha. Yo creo que hay un momento, en este prolongar la vida de forma artificial, que no es bueno. La gente debería poder morir con dignidad», ha explicado el actual presentador de 'Got Talent'. Santi Millán tiene ganas de volver a la vida normal, a sus rutinas e intentar trabajar de su profesión, recordando a su padre de la mejor manera que se merece.
La profunda reflexión de Santi Millán
«La familia está bien, tirando para adelante. Tengo la suerte de tener a mi madre cerca y poderla acompañar en estos momentos», ha explicado en 'Mundo Deportivo'. Están siendo muchas las familias que se están viendo afectadas por el coronavirus.
Pese a la profunda tristeza que siente Santi Millán, también ha reconocido que hay que seguir luchando y sacar todo lo positivo que se pueda. «Yo soy de los que intento poner el acento en lo positivo, sin obviar lo negativo. Una de las cosas que nos pasa en la sociedad es que damos la espalda a la muerte, vivimos como si la muerte no existiera, y si alguna certeza hay en esta vida es que nos vamos a morir», ha confesado con dureza el actor catalán.
Estas declaraciones del presentador en 'Mundo Deportivo' darán mucho que hablar, ya que el mismo afirma que «hay que mejorar esa relación con la muerte y saber que esto es finito, que va a acabar. Pensar en la muerte hace que disfrutes más la vida porque esto es un regalo».