La situación pandémica provocada por el Covid-19 está mejorando a marchas forzadas en gran parte del mundo, especialmente en las zonas más desarrolladas, que tienen acceso a las vacunas y que están inmunizando a la población más vulnerable, aunque algunas personas todavía no confían en las vacunas y rechazan ponérsela y algunas de ellas acaban falleciendo por la enfermedad.
Esto es lo que le ha ocurrido a un padre de familia numerosa en Estados Unidos, donde el plan de vacunación no es exactamente como en España, por lo que a sus 39 años ya tuvo la decisión en sus manos sobre si debía vacunarse o no.
Anton Rivers no era un negacionista del Covid-19, más bien al contrario, tanto él como su esposa Holly se habían tomado la pandemia muy en serio y habían tomado todas las precauciones necesarias durante este año largo de pandemia que llevamos. Pero cuando les llegó el turno de ponerse la vacuna, dudaron y decidieron no ponérsela.
Lamentablemente, esa decisión les acabó cobrando la peor de las facturas porque Anton enfermó de Covid-19 y acabó falleciendo, dejando atrás a su esposa y a sus cinco hijos.
Entrevistada por Fox 2 Detroix, Holly Rivers explicó que ahora lamenta profundamente la decisión de no vacunarse, y que incluso dos semanas antes de enfermar llegaron a plantearse si habían tomado la determinación más favorable para ellos: «Fue divertido porque dos semanas antes de que eso sucediera, estábamos hablando más sobre el tema y diciendo que tal vez deberíamos vacunarnos, y ahora es una gran pérdida para todos».
Holly admitió también que ahora, sabiendo lo que ha pasado, cambiaría su decisión de no vacunarse sin pensárselo. Desafortunadamente ya es tarde para Anton, pero ella todavía podría cambiar de opinión y vacunarse para evitar correr un destino similar al de su marido, y especialmente, para evitar que sus hijos pierdan a sus dos padres en un periodo de tiempo tan corto.
Holly pide a la gente que se vacune
Fue el pasado mes de abril cuando Anton y Holly recibieron la noticia de que el hombre estaba contagiado de Covid-19 después de haber mantenido contacto con un positivo en su lugar de trabajo. A raíz de eso, ambos siguieron el protocolo y se hicieron una prueba para la que los dos dieron positivo.
Mientras Holly superaba el virus sin problemas, Anton vio como su salud empeoraba con el paso de los días, aunque no tenía patologías previas y su estado de salud previo era bueno. Anton acabó ingresado en el hospital y finalmente falleció el 13 de mayo.
A raíz de todo lo ocurrido, Holly decidió acudir a un plató de televisión para explicar su historia y alentar a otros estadounidenses a que se pongan la vacuna, ya que en las últimas semanas el país ha visto como se ralentizaba su ritmo de vacunación porque un porcentaje elevado de personas están decidiendo no ponerse ninguna vacuna.
De hecho, los colectivos de personas negras y latinas son dos de los que tienen más reticencias a vacunarse, según una encuesta realizada por la Fundación de la Familia Kaiser. El 66% de las personas blancas han recibido la vacuna o quieren recibirla contra el 59% que presentan las personas de raza negra.
Por ese motivo, Holly cree que es importante que se conozcan este tipo de situaciones y que se dé una mejor información a la población, ya que las vidas de muchas personas todavía dependen de ello.
En Estados Unidos, el 42,9% de su población ha recibido ya al menos una dosis de la vacuna contra el Covid-19, lo que supone 130 millones de personas, pero en las comunidades negras y latinas ese porcentaje es más bajo, por lo que el Gobierno y los distintos estados están apuntando sus campañas de información en mejorar la aceptación de la vacuna entre esos ciudadanos.