Imagen de un tobogán en un parque acuático

Fallece un niño de 13 años en un suceso en un parque acuático

El menor fue succionado por el sistema de filtración de un río artificial

Un río artificial de un parque acuático se convirtió el pasado domingo, 28 de marzo, en la trampa mortal de un niño de solamente 13 años. Tal como ha confirmado el Grupo Xcaret, propietario del parque acuático Xense, en México, un menor de 13 años falleció en sus instalaciones tras un accidente y sin que se pudiera hacer nada por salvar su vida.

Los hechos ocurrieron el pasado domingo en el parque acuático Xense que el Grupo Xcaret gestiona en Playa del Carmen, una ciudad mexicana situada en la turística zona conocida como 'Riviera Maya', en la Península del Yucatán. 

Como en la mayoría de parques acuáticos de estas características, el de Xense tiene varias atracciones para la diversión, pero también cuenta con algunos ríos artificiales que afianzan la temática del parque y ayudan a la relajación de las personas que buscan pasar un día de diversión en él.

Uno de esos ríos, llamado 'Relajante', se convirtió en el protagonista inesperado de este domingo cuando un niño, un menor de 13 años, quedó atrapado por uno de sus sistemas de filtración. El menor acabó siendo succionado por el sistema, tal como ha informado el Grupo Xcaret. 

El fallecido era Leonardo, un niño de una familia con tres hermanos que provenían de Durango, y que ese domingo estaban en el parque celebrando que el padre, la madre y los tres hermanos habían conseguido superar el Covid-19, ya que todos ellos se habían contagiado anteriormente. 

El niño estaba jugando en uno de los ríos cuando fue succionado, dejándole heridas de gravedad. Aun así, pudieron sacarle con vida del sistema de filtración y trasladarle a una clínica de Playa del Carmen, donde fue atendido e incluso llegaron a estabilizarlo.

A pesar de los esfuerzos de los médicos, el estado de Leo empeoró en las horas siguientes y acabó falleciendo el día después, lo que provocó una enorme conmoción en la zona. 

La prensa local ha cuestionado el hermetismo de las autoridades públicas y de la administración del centro para explicar qué pasó realmente, ya que ni siquiera se cerró el parque. El día después, las instalaciones siguieron funcionando con total normalidad, con la salvedad de que la administración del parque puso un guarda salvavidas fijo en el lugar donde ocurrió el accidente. 

Se da la circunstancia que el padre del niño, Miguel Ángel Luna Calvo, es un prestigioso cardiólogo que denuncia que el parque nunca activó la línea de emergencia, lo que provocó el ahogamiento del niño hasta que pudo ser rescatado. 

El médico denuncia que el parque les obligó a esperar hasta seis horas para recuperar el cuerpo de su hijo, y que se lo devolvieron a cambio de firmar un documento de perdón, lo que firmaron para agilizar el proceso. 

El parque responde a la polémica

La dirección del parque ha mandado un comunicativo explicando lo sucedido y mandando sus condolencias a los familiares del niño: «La familia Xenses lamenta profundamente el sensible fallecimiento de Leonardo Luna Guerrero, menor de 13 años, acaecido en la Ciudad de Playa del Carmen el pasado 28 de marzo como consecuencia de un accidente en uno de los ríos del Parque».

Además, añaden que «Nos unimos a la pena que en estos momentos embarga a esta familia. Como lo hemos hecho desde el  inicio, estamos atentos a sus necesidades y en comunicación para brindar el apoyo que podamos proporcionar».

El Grupo finaliza su comunicado asegurando que ya están «conduciendo las investigaciones pertinentes con el objetivo de llegar a las últimas consecuencias. Reiteramos a la familia nuestras más sinceras condolencias».

Lo cierto es que en los 30 años de historia que tiene este parque, es la primera vez que tienen que lamentar un desenlace tan trágico, lo que ha sorprendido a todos los clientes y usuarios habituales del parque, muy afianzado en la zona.

La Fiscalía General del Estado también está investigando lo sucedido en el parque, con el objetivo de aclarar si existen responsabilidades penales sobre el suceso, y en el caso de que las haya, sobre quién debería recaer el peso de la ley.