Una mujer de 84 años murió en la tarde este miércoles en Avilés tras precipitarse desde un décimo piso. El suceso tuvo lugar en el edificio que hay en la parte superior del centro comercial El Atrio.
Las primeras investigaciones apuntan a que la mujer podría estar limpiando las ventanas y por causas que se desconocen pudo caer. El incidente ocurrió a las 17:00 en el centro de Avilés, provocando una gran alarma en la ciudad asturiana.
De manera inmediata Policía Nacional y sanitarios se personaron en el domicilio de la fallecida, situado en la calle Jardines 4. Habían recibido un aviso de que alguien se había precipitado al patio de lunes del inmueble. Los médicos que acudieron al lugar solo pudieron certificar su muerte.
En el momento en que la mujer tuvo al accidente se encontraba acompañada por su marido. Aseguró a los agentes que la víctima estaba limpiando los cristales de la ventana de la cocina.
Muchas caídas desde la ventana al limpiar
En los últimos meses se han detectado un importante aumento de personas que fallecen tras caer de sus ventanas mientras realizan esta tarea. El último caso había sido hace apenas cinco días en Vitoria, cuando una mujer se precipitó desde una cuarta planta.
El Departamento de Seguridad lo atribuyó a un accidente doméstico. Los hechos sucedieron a las 10:20 del 19 de septiembre en la avenida de Gasteiz. La Ertzaintza investiga lo ocurrido, aunque en un primer momento descartaron indicios de criminalidad.
Lo más probable es que tuviera el accidente cuando limpiaba los cristales. En el lugar encontraron unos útiles de limpieza que lo corroboraban.
El pasado 6 de septiembre también hubo que lamentar la muerte de otra mujer tras precipitarse al vacío desde un quinto piso. El percance se produjo a las 9:08 en la calle Albacete, número 5, de Fuenlabrada. Hasta allí se desplazó una UVI móvil de Summa 112.
Cuando llegaron los servicios de emergencia se encontraron a la víctima en parada cardiorrespiratoria. Trataron de reanimarla en el lugar durante una hora, pero finalmente, pese a los esfuerzos, no pudieron salvarle la vida.
El marido de la señora también se encontraba en el hogar y tuvo que ser atendido por un psicólogo del 112. Sufrió una crisis de ansiedad tras lo ocurrido.
No hay un motivo concreto que pueda explicar estos accidentes. En muchos casos puede tratarse de un simple resbalón, el exceso de confianza o incluso cierta imprudencia.
Aún se recuerdan las imágenes de una mujer en Gijón limpiando las persianas desde fuera, apoyada en el alféizar. Con la bata y las zapatillas de andar por casa no parecía tenerle miedo a las alturas. Se encontraba en una séptima planta.
El vídeo se convirtió en viral en muy poco tiempo. Levantó mucha expectación, sobre todo entre sus vecinos, que no podían salir de su asombro. Ante aquella situación, la mujer reconoció a sus allegados que no volvería a actuar de esa manera tan temeraria.
Solo de verlo, daba miedo. Aparecía con un trapo en una mano, y con la otra se sujetaba a la ventana. Un resbalón o un fallo de cálculo podría acabar en un accidente mortal.
La mujer, de unos 65 años, se desenvolvía a la perfección por fuera de la ventana. Demostraba así que no era la primera vez que lo hacía. Ni el vértigo ni el miedo le echaban para atrás.
Quedaba por saber si sus familiares eran conocedores de las prácticas utilizadas para limpiar las persianas. Para evitar posibles percances, como los señalados anteriormente, merece más la pena ponerse en manos de profesionales.
Ellos disponen de más experiencia y de las herramientas adecuadas para no poner en riesgo la vida de nadie.