Parte de un ataud

La mujer que pidió la eutanasia se quita la vida en un hotel de España

La víctima pensaba que con la entrada en vigor de la nueva normativa su problema se terminaría

Una mujer se ha quitado la vida en un hotel madrileño tras haber solicitado la eutanasia. Esta paciente había cursado su petición en un hospital de la capital española, pero su solicitud no prosperó.

Sus planes con la eutanasia no salieron como esperaba

Tras años de sufrimiento, esta mujer decidió acabar con su vida el pasado domingo. Ya no podía seguir luchando por sobrevivir en las condiciones en las que lo hacía. Estaba cansada de tanto sufrimiento y dolor.

Según El País, había solicitado la eutanasia días después de que entrara en vigor la nueva legislación que reconoce este derecho. El pasado 25 de junio llegó por fin la tan ansiada norma que le ayudaría a acabar con su vida de agonía, aprobada a finales de marzo.

La solicitud la cursó su médico de referencia en el hospital madrileño Gómez Ulla. En primer lugar, la sanitaria que le atendió le dijo que no habría problema con su caso. No obstante, 48 horas después le comunicó que se había declarado objetora de conciencia.

Esta posición le autorizaba a no tomar la decisión de acatar la petición de su paciente por motivos éticos o religiosos.

Por esta razón, otro médico tenía que encargarse de su caso y volver a examinar a la paciente. Este nuevo sanitario debería estudiar de nuevo si la mujer cumplía o no con los requisitos para ejercer el derecho reconocido en la ley.

Hay que ser mayor de edad y ser capaz y consciente en el momento de la solicitud. Además, el solicitante debe tener la nacionalidad española, residencia legal en España o certificado que acredite un tiempo de permanencia en territorio español superior a doce meses.

Otro requisito fundamental que tiene que tener quien hace la petición es sufrir una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante, certificado por el médico/médica responsable.

Además, debe prestar consentimiento informado previamente a recibir la prestación de ayuda para morir.

Sin respuesta tras el cambio de médico

Según El País, que la entrevistó recientemente, la mujer obtuvo un silencio sepulcral como respuesta a su petición.

Desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid han asegurado a la misma publicación que no cumplía con los requisitos. El médico que analizó la situación de esta paciente determinó que no contaba con los criterios obligatorios para recibir la asistencia para morir.

No obstante, El País ha revelado que durante la entrevista con la víctima, esta se había quejado de que nunca llegó a evaluarla otro sanitario. Además, ha señalado también que la enfermedad que padecía era una patología crónica osteomuscular incurable que padecía desde hacía 14 años.

Por si esto no fuera suficiente, su patología se había visto agravada por un cáncer de vejiga y una intolerancia a los medicamentos que debían apaciguar su dolor y sufrimiento.

“No se trata de un capricho. Es que mi vida consiste en sufrir lo menos posible y aun así mi sufrimiento es intolerable”, señalaba la fallecida en su reciente entrevista a comienzos de septiembre.

“Por eso digo que a lo mejor aguanto hasta octubre o a lo mejor no”, añadió entonces con las ideas muy claras.

Fernando Marín, asesor de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), presentó una queja a la Dirección General de Humanización y Atención al Paciente de la Comunidad de Madrid. Esta administración se limitó a remitirla a la Viceconsejería de Asistencia Sanitaria y Salud Pública, según contó a El País.

Finalmente, ante la imposibilidad de que le concedieran la petición que tanto ansiaba, la mujer decidió quitarse la vida el pasado fin de semana. Para ello, se alojó en un hotel madrileño donde ella misma se tomó una sustancia, que no ha trascendido, que puso fin a su dolor y, en definitiva, a su vida de agonía.