Por desgracia, la ELA, como es conocida la esclerosis amiotrófica lateral, se ha vuelto a cobrar una vida de alguien que demostró ser todo un ejemplo de lucha y superación. Concretamente se trata de Miguel Pérez García, que como decíamos, fue todo un referente para dar visibilidad a esta enfermedad. El que fuera exdirector del Colegio Tabladilla de Sevilla perdía la vida a los 40 años, después de casi 3 años desde que le diagnosticaron esta enfermedad degenerativa e incurable que se ha llevado vidas como las del periodista Carlos Matallanas.
Miguel Pérez falleció este miércoles después de haber sufrido un empeoramiento de su estado de salud en los últimos días. Es por ese motivo que había ingresado el pasado fin de semana en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, de cuya unidad de enfermos de ELA era paciente, según recogía el diario 'ABC'.
Pese a no ser tan conocido como otros enfermos de ELA de o de fuera España, siempre fue un claro ejemplo de no rendirse ante la dureza de esta enfermedad. Y lo fue sobre todo para los cinco hijos que tuvo junto a su mujer, la filóloga Lucía Capapé, con quién compartía su vía desde hace años.
Licenciado en Ingeniería Industrial por la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Carlos III de Madrid, estuvo trabajando en varias consultorías y centros educativos hasta que el avance de su enfermedad se lo impidió. Pero sin duda tienen un especial recuerdo de él en el centro donde fue director durante muchos años. Con estas palabras se despedían de él: «Nuestro querido Miguel ha fallecido hoy. Su confianza en Dios, la alegría y buen hacer que guió siempre sus pasos, como padre de familia y docente, nos quedará grabado a los que pudimos tratar con él. Rezamos por su alma, por su familia y nos encomendamos a su intercesión. D.E.P.».
También se ha querido despedir de él con un emotivo mensaje su mujer Lucía Capapé en una publicación que compartía en su cuenta de Instagram. «Se me ha ido al Cielo antes de lo previsto. Todavía quedaban muchas cosas por hablar. Pero desde Allá Arriba nos ayudarás más y mejor», escribía mientras daba las gracias a todas las personas que le han dado un mensaje de ánimo.
El ejemplo de aceptación que dio Miguel Pérez en sus últimos años
Desde que le diagnosticaron la enfermedad hace ahora tres años, Miguel Pérez ha sido un gran ejemplo de aceptación de una enfermedad tan dura como es el ELA. Así lo explicaba en una entrevista en 'ABC': «Con esta enfermedad he descubierto algo que todos sabemos, pero que no pensamos, y es que nos vamos a morir. Desde que me dijeron que tenía fecha de caducidad he aprendido a vivir sabiendo que me voy a morir y veo todo de otra manera. Hay gente que muere de repente, yo he tenido la suerte de ser avisado y así poder prepararme».
Y relataba como fue el momento en que le tuvo que explicar a sus hijos que era lo que le pasaba. «Ellos fueron viendo que papá estaba malito, que la pierna no iba bien, luego la voz, y así sucesivamente», afirmaba. Por eso motivo, él y Lucía decidieron ser sinceros con sus cinco hijos, él a los tres mayores y su mujer con los dos pequeños: «Les conté la verdad, que papá estaba enfermo y no había cura y que poco a poco irían viéndome peor, pero que nada de estar tristes y que había que luchar y estar unidos y felices».
Y así lo hizo durante todos los meses de los dos últimos años, aunque vivió momentos duros como cuando perdió el habla. «No poder hablar es muy duro… párese a pensarlo... Cuando un hijo tuyo viene y te pregunta algo y ves su cara de pena al ver que no recibe respuesta o tiene que esperar a que escriba una frase y el móvil la reproduzca con voz fría, sin matices, ni cariño», así describía como era esa experiencia.