¿Y si la pista definitiva para encontrar el cuerpo de Marta del Castillo hubiera estado siempre en manos de la policía? Esto es lo que intenta ahora averiguar el juez de instrucción número 4 de Sevilla, Álvaro Martín, que ha pedido a Policía Nacional si es posible obtener una clonación del teléfono de Miguel Carcaño.
Marta del Castillo desapareció en Sevilla el 24 de enero de 2009, y todos los implicados en el caso tenían los móviles apagados en el momento de los hechos. Este «apagón de los móviles» y las versiones contradictorias han impedido reconstruir los últimos pasos de esas personas, y acotar la búsqueda del cuerpo de la joven.
En las investigaciones efectuadas tras la desaparición de Marta, se utilizaron las antenas de los móviles para localizar las llamadas que hicieron los implicados. Esto también dificultó posteriormente el conocimiento exacto de su ubicación en el momento de los hechos. En el juicio sólo fue condenado Miguel Carcaño.
En la sentencia del caso Marta del Castillo se recoge que Miguel Carcaño llamó a las 17:53 del día 24 de enero a Francisco Javier García Marín, alias «El Cuco». Esa llamada se ubica en la antena BTS de la calle Arroyo, lo cual «confirma que se encontraba con Marta del Castillo, en su barrio». A las 00:11 llamó a Samuel.
A la 01.00 y a la 01.37, la madre de Marta llama al móvil de Miguel Carcaño, y a las 04.22 le llama su hermano, Francisco Javier Delgado. Este llama más tarde, a las 04:36 y a las 05.52, al móvil de Marta. Según la sentencia, «en todas estas ocasiones el móvil de Miguel se encuentra situado en la zona de la BTS de Camas, a excepción de la última que se encuentra en la BTS de Macarena, es decir en la casa de León XIII».
La sentencia recoge que el móvil de Miguel Carcaño estuvo inactivo entre las 01:37 y las 04:22. Es decir, en esta franja de tiempo no recibió ni efectuó llamada. Ahora, el juez de instrucción pregunta formalmente a la policía si existe la posibilidad de clonar el teléfono de Miguel Carcaño, lo cual podría ser la pista definitiva para resolver el misterio.
El teléfono está en manos de la policía
La prueba se solicita en la pieza separada que el juzgado mantiene abierta para hallar el cuerpo de Marta. Esta es la principal esperanza de la familia, que los últimos meses ha aportado nuevas pruebas para reactivar el caso. La abogada de la familia, Inmaculada Torres, se mostró optimista. Tras consultar el perito, explicó que la clonación es posible a pesar de que han pasado más de diez años desde los hechos.
La investigación y la sentencia posterior recogen que Miguel utilizaba varios móviles cuando ocurrieron los hechos. Uno de ellos está en manos de la policía, y como parte de las pruebas, sigue bajo custodia de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla. Quizás esté ahí la clave que permita encontrar el cuerpo de Marta, doce años después.
La familia de Marta no se rinde
Esta novedad devuelve las esperanzas a la familia de Marta, pocos días después de que la fiscalía pidiera archivar de nuevo el caso por falta de pruebas. Parecía que el caso había vuelto a cobrar vida tras las nuevas pruebas presentadas por el padre de Marta del Castillo, Antonio, tras la confesión que le hizo Miguel Carcaño desde la cárcel.
Miguel le contó a Antonio que él y su hermano habían discutido por un impago de las letras del piso, y que Marta recibió un golpe fatal cuando intentaba poner paz entre los dos. La familia de Marta empezó entonces a investigar y consiguió los documentos que parecían demostrar que los dos hermanos habían querido estafar al banco.
El juez de instrucción dio credibilidad a las pruebas y ordenó reactivar la investigación. Tras meses de indagaciones, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional presentó un dosier al magistrado que, a su vez, pidió opinión a fiscalía. Este no ve indicios suficientes y ha pedido archivar de nuevo el caso, acabando así con las esperanzas de la familia de Marta.
Ahora, la petición del juez de clonar el móvil de Miguel mantiene vivas las esperanzas de encontrar el cuerpo de la joven y permitir a la familia cerrar el duelo. La policía tendrá que mirar ahora si es técnicamente posible realizar una operación de este tipo, pero la familia confía en que pueda llevar por fin a la resolución del caso.