Agentes de la policía belga en una intervención

Fallece un joven de 21 tras caer por una ventana huyendo de una fiesta ilegal

Estaba intentando escapar de la policía

Por mucho que haya pasado más de un año desde el inicio de la pandemia en toda Europa, la realidad es que la situación sigue sin estar controlada. Pese a que cada vez aumenta más el ritmo de vacunación en todo el continente, muchos países mantienen estrictas restricciones como el cierre de bares o discotecas o limitan el número de personas con las que se pueden mantener un encuentro social. 

Y el hecho de que sigan pasando los meses y no parece que esté cerca, ya no la vuelta a la normalidad, sino una relajación de las medidas, sigue influyendo de muchos sectores de la población, especialmente los jóvenes. Da igual donde nos encontremos, que en toda Europa se siguen multiplicando las fiestas ilegales en las que no se respetan las medidas para frenar los contagios de coronavirus

Pero, claro lo que no se espera es que estas puedan acabar de manera trágica, como por ejemplo paso hace unos días con un DJ que pinchaba en una fiesta en España que acabó falleciendo de un disparo. En las últimas horas, ha sido en Bélgica donde se ha tenido que lamentar la muerte de un joven de 21 años después que intentará escapar tras una intervención policial en la fiesta en la que estaba participando. Al parecer se habría precipitado desde una ventana de un edificio, concretamente de un hotel de la ciudad de Amberes, según informaba la fiscalía belga. 

La policía acudió al lugar por las quejas de ruidos 

Tal y como ocurre en nuestro país, es habitual que la policía belga acabe acudiendo a la llamada de decenas de vecinos que denuncian la práctica de fiestas ilegales. En este caso concreto, los agentes se desplazaron a un hotel de la ciudad belga después de recibir un aviso sobre ruidos en una de las habitaciones. 

Eran aproximadamente las cuatro de la mañana de este domingo cuando llegaron al lugar y pudieron comprobar que, efectivamente, se estaba llevando a cabo una fiesta que incumplía la normativa anticovid del país. En la habitación se encontraban ocho personas que se estaban intentando esconder de la policía, cuando en Bélgica están prohibidas las reuniones de más de cuatro personas no convivientes fuera de un domicilio. 

Uno de los asistentes habría ido un paso más allá y habría intentado huir del dispositivo policial a través de la ventana. Desgraciadamente, la idea del joven de 21 años acabaría de la peor manera, pues acabaría cayendo desde una altura de 4 pisos. Aunque equipos sanitarios intentaron reanimarlo, todos sus esfuerzos fueron en vano. 

El alcalde la ciudad hace un llamamiento a la reflexión 

Tras el fallecimiento del joven la fiscalía ha abierto una investigación para esclarecer la muerte, aunque todo apunta a que se produjo un trágico accidente. La muerte del joven de 21 años ha sobrecogido al país y especialmente a la ciudad de Amberes. 

Así lo expresaba el alcalde de la misma, Bart De Wever que afirmaba estar «consternado por la muerte de este joven. La muerte de alguien de tan corta edad nos lleva a considerar seriamente los efectos sobre la salud mental de la población durante largos periodos de confinamiento». Aprovechaba también para enviar su «más sentido pésame a su familia y seres queridos», afirmando que lamenta lo ocurrido aunque pedía que este tipo de acciones deberían hacer reflexionar a la población. 

Y es que afirmaba que aunque comprender el cansancio de buena parte de la población con las actuales restricciones, esto no debería llevarles a ponerse en peligro. Es por eso que esperaba «poder mantener un debate social tranquilo sobre esto».