Nuevo día de luto en el mundo de la hostelería de Huelva tras la muerte de Jesús del Toro, 'Julen'. Hace dos días fallecía María Corrales, madre de la mejor tortilla española, del Bar Juan José. Y este miércoles hay que lamentar la muerte del propietario del mítico bar de Pablo Rada.
Jesús del Toro, más conocido como 'Julen', ha fallecido a los 43 años. Jesús era el dueño del bar restaurante El Rincón de la Rocina. Siempre estaba en su negocio para que todo estuviese a punto y luciendo siempre una sonrisa.
Luto en la hostelería onubense tras la muerte de 'Julen'
Un desgraciado infarto se ha llevado la vida de este hostelero de imagen inconfundible. Siempre iba de punta en blanco con su característica elegancia, pelo engominado y luciendo sus tatuajes. Aunque lo que más destacan los que le conocían era su carácter afable y alegre.
Tras la luctuosa noticia, los mensajes de pésame a la familia en las redes sociales no se han hecho esperar. Muchos de sus allegados y clientes más fieles destacan que era un gran ser humano y que se ha ido demasiado temprano de esta vida.
‘Cerrado por defunción’, es el lema que reza el cartel que hay puesto en la puerta del negocio de Julen. Todos guardan luto ante esta noticia que nadie se podía esperar.
La huella que deja 'Julen' entre los que más le conocían
Ante todo, la gente que le quería debe conservar en la memoria los buenos recuerdos que tenían junto a él. Por ello, desde la web 'Huelva24.com' rescatan el capítulo que le dedicó Marcos Gualda en su libro El actor secundario.
"Salvo los obligados períodos de exilio académico, uno ha vivido siempre en Huelva. Según lo veo, esto me ha deparado no pocos privilegios. Por ejemplo, asistir a la evolución de las personas, tanto de aquellas con las que he intimado como de otras a las que solo he conocido de vista", empieza el texto.
Marcos Gualda recuerda que hace años que conoce a Julen. "En estos casos, además, supone un placer añadido para un voyeur como yo imaginar cómo transcurren sus vidas. Hace más de veinte años que conozco de vista a un hombre, hoy cuarentón, que trabajaba de camarero en un conocido restaurante del centro de Huelva, famoso por su revuelto de la casa".
"Por aquella época era un joven alfeñique, de apariencia noble y simpático. Con el paso de los años abandonó aquel trabajo y montó su propio negocio de hostelería en Pablo Rada. Cada vez que nos cruzamos y no nos saludamos, aparece más ancho y musculoso, quizás el tren inferior más descuidado", explica en su libro.
Mucho había cambiado 'Julen' con el paso de los años y lo recuerda como "aquel joven tirillas, algo tímido, hoy parece un culturista. Cuando coincidimos luce de buen humor, con ese aire ligero y satisfecho que imprimen los años a los que hicieron las cosas a su tiempo y bien. Me alegra el día cada vez que lo veo".
"Este hombre me tiene más feliz que nunca porque se ha enamorado de una muchacha más joven. Y ahí los tengo, alumbrándome el camino en mis paseos, enroscados, flirteando, comiéndose a besos, dándose cariño, fuerte y flojo, en la puerta del bar de Pablo Rada o a la salida del gimnasio de Vázquez López".
"Él con su camiseta de tirantas. Ella con su larga cabellera agitanada. Y es extraño, porque siento las mariposas de ese hombre como si fueran mías. Quizás es que llevamos más de veinte años compartiendo los mismos atardeceres. Quizás esté proyectando en él emociones del pasado. Quizás ese conocernos “de vista”, después de todo, haya obrado algún milagro", concluye el texto homenaje a 'Julen'.