El cumpleaños de la tinerfeña Bárbara Concepción Bello no será cómo esperaba. Esta vecina de Güímar se verá obligada a desalojar el piso donde vive con sus dos hijos menores el mismo día de su 50 aniversario.
Su cumpleaños más triste
Este viernes, Bárbara cumplirá medio siglo, una fecha digna de celebrar si no fuera por todo lo que se le viene encima. Esta tinerfeña y sus hijos, de 14 y 17 años, tendrán que desalojar el hogar en el que viven si se produce el lanzamiento judicial anunciado. Este ya fue aplazado en mayo, tras la denuncia del propietario de la casa que esta vecina de Güíimar tiene alquilada desde hace más de un año y medio.
El pasado mes de diciembre, el casero interpuso una denuncia porque Bárbara le debía 600 euros mensuales del alquiler. Esta mujer no pudo hacer frente a la cantidad acordada por la falta de trabajo derivada del COVID-19.
Esta tinerfeña reconoce a El Español que no ha podido pagar su deuda porque los hoteles cerraron con la llegada del estado de alarma. Su trabajo como camarera de piso desapareció de la noche a la mañana. Además, no pudo entrar en el ERTE porque su empleo era temporal.
Con los 450 euros mensuales que recibía por ser víctima de violencia de género, debido a una paliza de su expareja, no podía hacer frente a todos los gastos.
Desde entonces trata de apañárselas como puede para vivir malamente. Su prioridad son los estudios de sus dos hijos y hasta ahora no ha podido volver a trabajar.
Desafortunadamente, su empleo no es algo continuo. De hecho, este mes tan solo ha trabajado 6 días. No obstante, no pierde la esperanza de que el alzamiento finalmente no se produzca y pueda pagar lo que debe en cuanto lo tenga disponible.
Además, se ha puesto en contacto con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Güimar para ver si pueden hacer algo por ella y su familia. No obstante, siempre recibe la misma respuesta.
“No tenemos casas libres en Güímar. Me cuentan que cada día pasan siete u ocho personas por Servicios Sociales en la misma situación, buscando una vivienda”, señala.
Hace unos meses, recibió por parte del ayuntamiento de la localidad un cheque de 120 euros para comida. Ahora suele acudir a la asociación Espacio 3.16 para recoger alimentos no perecederos con los que alimentarse ella y el resto de su familia.
La paralización del desalojo, el regalo de aniversario más ansiado
Bárbara cuenta con el apoyo de la Plataforma por la Dignidad. La abogada de esta asociación lleva su caso, que tiene molestos a sus vecinos. “Casi todos me ven con mala cara”, comenta, haciendo alusión a la amistad de estos con su casero.
Este último está empadronado en la vivienda que tienen ocupada ahora esta tinerfeña y sus dos hijos. Esta situación dificulta todavía más su defensa ante la Justicia. Y es que, aunque existe, supuestamente, una moratoria impulsada por el Gobierno del Estado que impide los desahucios al menos hasta octubre, mañana Bárbara debe abandonar su hogar.
Quedan menos de 24 horas para saber qué le deparará el futuro a esta canaria. Sin embargo, mantiene la esperanza de que el desalojo finalmente no se produzca por su bien y, sobre todo, por el de sus hijos.
Tanto la abogada de la plataforma, como el Instituto Canario de la Vivienda, han solicitado al Juzgado precisamente la paralización del lanzamiento. Para ello se han apoyado en un informe de “vulnerabilidad” de Servicios Sociales de Güímar. Y es que, con dos hijos menores a su cargo y trabajando días sueltos, el futuro de esta vecina canaria está muy negro si no se produce el milagro.