Las operaciones estéticas se han puesto de moda. Cada vez son más las personas que se atreven a pasar por el quirófano para conseguir el cuerpo deseado. Sin embargo, no todos los que dicen ser profesionales de la cirugía estética son realmente especialistas.
Fue el caso de una chica de 26 años en California. La joven falleció después de caer en manos de unas falsas profesionales del sector. Una madre y una hija se anunciaban como expertas en tratamientos para aumentar el volumen del glúteo de sus pacientes.
Según relató la cadena NBC de Estados Unidos, Karissa Rajpaul contrató los servicios de estas dos mujeres. Las supuestas profesionales de la cirugía estética le inyectaron silicona en los glúteos para incrementar su tamaño.
La chica tuvo que ser ingresada tras la intervención. Finalmente falleció en un hospital del país el pasado 15 de octubre de 2019.
La policía de Los Ángeles que estudió el caso etiquetó la intervención como un "procedimiento ilegal de aumento de glúteos". La madre y la hija fueron investigadas.
Ninguna de ellas disponía de un documento oficial que las acreditase para realizar este tipo de intervenciones estéticas. "Se trataba de inyecciones de silicona no contenidas", afirmó el responsable de la investigación policial, Robert Dinlocker.
Según han señalado, la inyección iba a colocarse "debajo del músculo para que el trasero tuviera un aspecto natural", detalló.
El informe del forense certificó que la causa de la muerte había sido que junto "debajo de ese músculo" había "arterias principales".
En palabras del especialista, fue probable que cuando estas dos mujeres inyectaron el contenido, este "golpeara alguna arteria". Esto acabó con la vida de la joven.
Según relataron medios nacionales, Libby Adame (51) y su hija, Alicia Galaz (23), publicitaban sus servicios en tratamientos estéticos a través de las redes sociales. El precio por cada sesión llevada a cabo por la madre y la hija rondaba los 3 400 euros.
Las condenadas por homicidio fueron arrestadas meses después
La chica de 26 años falleció en el mes de octubre, cuando se le practicó la operación. En cambio, las dos acusadas no fueron arrestadas hasta casi un año después del suceso.
En el mes de agosto de 2020 se decretó el ingreso en prisión de Libby Adame y Alicia Galaz. No obstante, a las asesinas se les dio la opción de pagar una fianza a cambio de no cumplir con el tiempo estipulado en la cárcel.
Los registros en línea de la prisión donde debían ingresar madre e hija confirmaron que, efectivamente, las mujeres habían abonado la cantidad económica solicitada. Por lo tanto, ninguna de las dos cumplió con su condena en el centro penitenciario.
El caso aún no ha sido archivado. Actualmente, la joven de 23 años deberá comparecer ante el juez en el mes de diciembre. Sin embargo, aún no se ha determinado una fecha para que Adame, la mujer de 51 años, responda ante la justicia.
Una joven fallece en Cádiz tras una operación estética
El pasado mes de julio, una joven gaditana de 28 años falleció en la clínica La Salud de Cádiz. La chica se había sometido a una operación de cirugía estética. En concreto, una intervención de implantes mamarios en el susodicho centro sanitario.
Aunque a priori la cirugía había sido un éxito, la joven perdió la vida tiempo después. La directora del centro, Amelia Aguilar, aseguró que tras el triste desenlace, la clínica revisó los protocolos que se habían seguido durante la intervención.
Según la Dirección de Comunicación del hospital, no se detectaron negligencias. La autopsia determinará la causa de la muerte.
A pesar de que los avances en tecnología estética cada vez son más seguros, aún sigue habiendo un porcentaje de pacientes que pierden la vida tras estas intervenciones.