Extremadura ha estado dos semanas imponiendo una serie de restricciones pactadas entre Sanidad y las comunidades autónomas y que eran de obligado cumplimiento para todas las autonomías, pero al terminar la Semana Santa esas restricciones dejarán de tener vigor y las comunidades volverán a implantar sus propias medidas, como han ido haciendo hasta ahora.
En el caso de Extremadura, desde este viernes, 9 de abril, dejará de imponerse el cierre perimetral de toda la comunidad que estaba vigente hasta ahora, y además continúa con su desescalada de restricciones a pesar de haber abandonado el riesgo bajo por coronavirus hace ya algunas semanas.
Así, a partir de las 00:00 horas de este viernes, 9 de abril, los ciudadanos extremeños ya pueden salir de su comunidad para visitar otras regiones que también permitan la entrada de personas de fuera. Principalmente, el levantamiento del cierre permitirá la circulación de personas entre Madrid y Extremadura, por su cercanía, ya que el resto de autonomías van a seguir perimetradas en su mayoría.
Respecto al toque de queda, no varía. Extremadura seguirá aplicándolo desde las 23:00 horas hasta las 06:00 horas, que es el mismo horario que ya se utilizaba antes de Semana Santa y el que Sanidad marcó para las dos semanas alrededor de estas festividades.
Tampoco habrá grandes cambios en la hostelería y la restauración, ya que se mantienen los aforos del 75% en las terrazas y exteriores y del 40% en el interior de los bares; mientras que estarán permitidos hasta seis comensales por mesa en el exterior y cuatro en el interior. El horario de apertura seguirá siendo de 06:00 horas hasta las 23:00 horas.
Se desconoce todavía si Extremadura aplicará el cierre del interior de los bares a partir de 150 casos de incidencia acumulada, como Sanidad ha pedido a las comunidades, ya que ahora mismo la incidencia de la región está en torno a los 121 casos, por lo que no estaría obligada a hacerlo en todo su territorio, pero podría llegar a plantearlo para las localidades que sí sobrepasen ese umbral.
Extremadura mantiene una tendencia ascendente en la 4ª ola
Actualmente, lo peor de la pandemia en la región se lo lleva el área de salud Don Benito - Villanueva, con 256 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, mientras que los municipios más afectados son Guareña (1.680,07), Villanueva de la Serena (385,71), Don Benito (358), Llerena (327,36), Plasencia (260,57), Arroyo de la luz (258,13) y Aceuchal (256,93), los únicos municipios extremeños por encima de los 150 casos que obligarían al cierre de bares según las indicaciones de Sanidad.
En términos generales, toda la región tiene una incidencia de 121,52 casos, demostrando una clara tendencia ascendente aunque de forma más lenta que el inicio de la tercera ola. De hecho, Extremadura llegó a estar por debajo de los 50 casos, lo que indican un nivel de riesgo bajo, y ahora se acerca ya a los 150 del nivel alto.
La buena noticia es que tras una tercera ola muy preocupante, la región se ha recuperado y los hospitales y centros sanitarios están lo suficientemente descargados como para que la irrupción de la cuarta ola no suponga una saturación, por lo menos no al principio.
En Extremadura hay actualmente 84 personas ingresadas por Covid-19, un 2,85% del total de las camas disponibles, y de todas ellas, 17 siguen en la UCI, lo que supone un 8,02% de las camas, muy lejos del 25% que el Ministerio de Sanidad marca como umbral de riesgo y máxima preocupación. Además, en los últimos siete días solo se han notificado dos fallecimientos en la región, según los últimos datos de Sanidad.
En cuanto a la vacunación, según ha explicado José María Vergeles este jueves, el 92% de los mayores de 80 años ha recibido ya al menos una dosis de las distintas vacunas contra el Covid-19, mientras que el 19,2% de la población vacunable ya ha recibido también al menos una dosis.