Crece la preocupación en España: los datos del Coronavirus de las últimas 24 horas indican 1.683 nuevos casos y 580 brotes activos en todo el territorio. Hasta el momento son 5.900 positivos y miles de personas bajo vigilancia, mientras van apareciendo nuevos casos de confinamiento como el de Aranda de Duero, en Burgos.
En algunos lugares, como en el País Vasco, hablan ya abiertamente de una segunda oleada. Según la consejera de Salud vasca, Nekane Murga, «el virus tiene la misma capacidad de propagación que en marzo, nos está ganando terreno y día a día, semana tras semana, está infectado a más personas».
Según la consejera, los datos no ofrecen ninguna duda y el País Vasco se encuentra ya en la segunda oleada del virus. Por ello preparan al sistema sanitario para recibir un repunte de contagiados y las autoridades han pedido a los ciudadanos que reduzcan al máximo la actividad laboral: «No es posible una nueva normalidad».
Sin embargo su diagnóstico no es compartido por algunos científicos, que se niegan a hablar de segunda oleada para la situación actual. Los negacionistas de la segunda ola son el director de emergencias sanitarias, Fernando Simón, el presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Pere Godoy, y el catedrático de Enfermedades Transmisibles de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola.
Su argumento es que para hablar de segunda ola tiene que haber transmisión comunitaria, algo que de momento no sucede en España. El doctor Simón reconoce que el término es ambiguo y que puede suceder en una zonas haya segunda ola y en otras no.
La Organización Mundial de la Salud define la transmisión comunitaria como una forma de contagio en la que hay infecciones locales en determinadas áreas sin que se deba a turistas u otros visitantes. Las personas no saben ni cómo ni dónde se infectaron, dificultando así el seguimiento y el control del virus por parte de los rastreadores.
Esto es lo que sucedió en los meses de marzo y abril, cuando el repentino aumento de los contagios obligó a poner en confinamiento a toda la población. Cuando aparece la transmisión comunitaria, es más complicado hacer test PCR a los sospechosos y localizar los contactos, pero la situación actual en España es muy diferente, según los expertos.
Por eso prefieren hablar de «casos asociados a brotes, transmisión de fondo hasta cierto punto controlada». Fernando Simón lo explicó así en su última rueda de prensa: «Es una cantidad tan grande de rebrotes que entiendo que haya gente que haya pensado que es una segunda ola, pero no es así porque no hay transmisión comunitaria».
Ahora hay más pruebas PCR
Según Juan José Badiola, se han notificado muchos focos pero hay que tener en cuenta que algunos de ellos son fruto de la labor de rastreo, y recuerda que a diferencia de la primavera, ahora se está intentando localizar el virus activamente.
Eso quiere decir que ahora hay un mayor control sobre la transmisión y los expertos animan a seguir en esta línea. Según Simón, el objetivo es seguir haciendo más test para detectar el mayor número de casos posible y llegar a septiembre con una transmisión baja.
Septiembre es precisamente la fecha que todos ellos tienen en mente. Entonces empezarán las clases en colegios, institutos y universidades, y muchos trabajadores se reincorporarán a sus trabajos. «No estamos en transmisión generalizada pero existe un riesgo si estos rebrotes persisten, porque podría pasar al conjunto de la comunidad», advierte Pere Godoy.
El presidente de la Sociedad Española de Epidemiología es tajante: «No estamos en ese punto todavía, pero estamos en una situación muy peligrosa porque nos estamos acercando al mes de septiembre, un momento difícil y complicado».