Numerosos estudios han asegurado que era poco probable que el agua pudiese transmitir coronavirus, sin embargo si que han recalcado en diversas ocasiones la importancia de evitar aglomeraciones en la playa para evitar cruzarse con otros bañistas.
La noticia era recibida con resignación por parte de miles de españoles que estaban a la espera de poder visitar la costa para disfrutar de las vacaciones estivales. El investigador Joan Grimalt manifestaba que el Covid-19 no «tiene ninguna opción» de expandirse mediante el agua de la playa o de las piscinas.
Eso sí, el investigador también ha pedido «paciencia» y ha vuelto a recalcar la importancia de guardar la distancia de seguridad pese a estar de vacaciones. «Sería una noticia nefasta para el sector que surgiera un brote en una playa», señalaba.
España, que está a punto de abrir fronteras para recibir a turistas de todos los sitios de Europa, se prepara para la nueva normalidad. Sus más de 8.000 kilómetros de playas y el sector turístico en general representan un 15 por ciento de la riqueza nacional.
Pese a que parece imposible que el covid-19 se pueda transmitir por el agua, Grimalt recomiendo limitar el aforo de playas para evitar aglomeraciones y también desinfectar las partes exteriores de la piscina y de las playas. También asegura que le parecería exagerado prohibir el baño en lugares tan polémicos como los pantanos o los ríos y recomendaba optar por la piscina en caso de tenerla cerca.
Por el momento, ciencia y tecnología ya se han aliado para crear una serie de innovaciones que permitirán mantener controlados las aglomeraciones en las playas y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, que ya se han empezado a animar a acudir a las playas después de casi tres meses de confinamiento.