Si pensamos que la pandemia de coronavirus que nos mantuvo encerrados en nuestras casas durante más de tres meses fue muy desesperante, no os imagináis lo que se puede venir. Quizás el futuro sea peor que el presente.
Cabe la posibilidad de que este no sea el último estado de alarma que vivamos, y eso deja a la población mundial en 'shock'.
No estamos preparados para lo peor
Al menos esas fueron las declaraciones de una experta sobre el coronavirus, la científica británica Sarah Gilbert, cocreadora de la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca. La entrevista completa se reprodujo a través de la BBC el pasado lunes 6 de diciembre por la noche.
Ha asegurado que una futura nueva pandemia podría llegar a ser "peor" que la actual. De esta manera, Gilbert ha pedido que se aumente la inversión en investigación, para enfrentarse a este posible futuro con más preparación.
"Esta no será la última vez que un virus amenace nuestras vidas y medios de subsistencia. La verdad es que el próximo podría ser peor. Podría ser más contagioso, o más mortal, o ambas cosas", ha explicado la científica.
La voz de la experiencia
La Conferencia Richard Dimbleby, que recopila anualmente a personalidades del mundo de la ciencia, las artes y la empresa, ha sido la encargada de hacer intervenir a Gilbert.
La profesora de vacunología de la Universidad de Oxford ha hecho que su vacuna contra el coronavirus llegue a más de 170 países, ayudando a frenar esta pandemia. Su inyección es la más utilizada en todo el mundo.
Aun así, ha reclamado que todos los avances científicos que hemos logrado "no se pierdan" en la actualidad por falta de financiación. Sería un paso atrás después de todo el esfuerzo que hemos hecho.
"No podemos permitir una situación en la que, después de pasar por todo lo que hemos pasado, nos encontremos con que las enormes pérdidas económicas que hemos sufrido hacen que todavía no haya fondos para la preparación ante una pandemia", ha expresado la científica.
Ómicron, otra vez protagonista
Gilbert también ha aprovechado para hablar de la nueva variante del coronavirus, la ómicron, que está causando cada vez más estragos. Un ejemplo es el Reino Unido, que se ha visto en la obligación de intensificar la campaña de vacunación y del uso de la mascarilla en el transporte y los comercios.
Ha advertido que esta variante "contiene mutaciones ya conocidas que aumentan la transmisibilidad del virus". Además, "los anticuerpos inducidos por las vacunas, o por la infección de otras variantes, pueden ser menos eficaces para prevenir el contagio con ómicron".
Ha pedido prudencia en la población hasta conocer más sobre el virus y poder tomar medidas para frenar la propagación.
Un país que ya no da abasto
El Reino Unido ha sido sin duda uno de los territorios del viejo continente que más ha sufrido la pandemia del coronavirus. Según los datos sanitarios, ha anunciado más de 145.500 muertos desde el inicio de la pandemia y el pasado domingo informó de 246 casos confirmados por ómicron en el país.
El Gobierno británico ya se ha puesto manos a la obra para detener la extensión del virus. Es por eso que los viajeros deberán presentar un test negativo antes de embarcar, y una prueba PCR en los dos días siguientes al vuelo. Es más, tendrán que pasar por un pequeño confinamiento hasta la obtención de los resultados.