Las infantas Elena y Cristina en un funeral

Un experto internacional revela que la vacunación de las infantas tapa algo más urgente

En otros países de Europa se han producido cambios importantes que en España ni se plantean

En los últimos días, uno de los temas más polémicos para la sociedad española ha sido la vacunación de las infantas Cristina y Elena en su visita a don Juan Carlos I en Emiratos Árabes.

Las infantas, que tienen 57 y 55 años de edad, por lo que no están incluidas todavía en ningún grupo de vacunación contra el Covid-19 en España, justificaron su vacunación argumentando que «se les ofreció» y ellas aceptaron para poder visitar más a su padre, que podría sufrir algunos problemas de salud.

La cuestión es que las infantas se vacunaron antes de lo que tocaría, por su edad, y lo hicieron en un país donde las vacunas están reservadas para los nacionales, por lo que también habrían cometido una ilegalidad allí. El tema ha sido motivo de debate y argumentaciones durante los últimos días en España, pero un experto de Harvard ha señalado que esta polémica no deja ver un tema mucho más importante de fondo y que está cambiando en toda Europa. 

Vacuna de AstraZeneca para mayores de 55 años

La vacuna de AstraZeneca, que en España fue aprobada solamente para menores de 55 años por las dudas que había sobre su eficacia en personas por encima de esa edad, está empezando a ser administrada en Europa también a los mayores.

Primero fue Alemania quien prohibió su administración a mayores, y más tarde otros países de Europa, entre ellos España, siguieron su ejemplo. Pero varios estudios han demostrado que la vacuna es igualmente efectiva para los mayores de 65 años, por lo que muchos países han cambiado de idea y han empezado a incluir la vacuna de AstraZeneca en su programa de vacunación también para los mayores.

Uno de ellos ha sido Francia, uno de los países más críticos con esta vacuna. El estudio realizado en Escocia ha mostrado que la vacuna reduce el riesgo de hospitalización «de forma significativa» en todos los grupos de edad, por lo que el ministro de Sanidad francés, Olivier Véran, anunció que empezaría a administrarse a personas de entre 65 y 75 años. 

En España, este debate todavía no ha llegado. Es cierto que algunos políticos y autoridades del país, como Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado, desde Madrid, ya han pedido a Sanidad que rectifique el plan de vacunación e incluya la vacuna de AstraZeneca para mayores, lo que permitiría vacunar antes a todo este colectivo, rebajando la presión para los hospitales. 

Josep Maria Argimon, secretario de Salud Pública de Cataluña, también ha pedido que se permita inocular esta vacuna a la franja entre 55 y 65 años, para por lo menos poder vacunar a personal esencial de esa franja de edad. Para Argimon «no tiene sentido» vacunar a un mosso d'esquadra de 30 años y no hacerlo con su compañero de 60 años. 

Los datos de eficacia todavía no son seguros

Pero todavía quedan voces contrarias a administrar esta vacuna a los mayores de 55 años por la falta de datos que demuestren su eficacia. Una de estas voces es la de Margarita del Val, reputada viróloga del CSIC, que cree que hay que esperar antes de tomar esa decisión porque ni siquiera la propia farmacéutica avala todavía que se administre las dosis a personas mayores de 65 años ante la falta de consenso y de pruebas. 

Según del Val, la compañía ha mostrado unos datos que son «malos» y que exponen que la protección que da la vacuna a personas mayores es del 40%. Si estos datos se confirman y se administra esta vacuna a los mayores, se podría crear una situación de falsa seguridad para rebajar medidas, pero que acabaría afectando negativamente a personas vacunadas, pero sin el nivel suficiente de protección, y por lo tanto, enfermarían, en algunos casos de forma grave como para necesitar hospitalización.