A pesar de que desde el Gobierno han dicho en varias ocasiones que el confinamiento sería la última medida que aplicarían si no cesan los contagios, casi todos los expertos han señalado que el aislamiento sería la mejor solución para frenar la expansión del virus.
Así lo ha hecho el codirector de The Institute for Health and Strategy y exasesor de la OMS en temas de salud, Rafael Bengoa, quien ha señalado que el encierro domiciliario «de forma estricta», aunque, eso sí, más suave que el de marzo y abril, permitiría «impedir 400 muertes al día» por coronavirus.
Además, ha señalado que en los países que ya han optado por volver a confinarse ya «están volviendo a crecer sus economías».
Asimismo, ha admitido que él prefiere mantenerse durante un tiempo asilado a «convivir con el virus», porque continuar viviendo con el Covid-19 supondría seguir durante «otros cinco o seis meses» con las actuales medidas de restricción «y aceptar una mortalidad muy alta».
De la misma manera, Rafael Bengoa ha expresado que, a pesar de que no será hasta dentro de diez días cuando se conozca si las medidas vigentes han sido eficaces o no, tiene claro que las cifras no disminuirán. «La incidencia y demás indicadores seguirán estando altísimos en todo el país».
La llegada de la vacuna es muy importante para frenar la expansión del virus
Por otro lado, el experto en salud pública ha destacado que el avance de la vacuna de Pfizer es una «muy buena noticia» para combatir el coronavirus. No obstante, ha advertido que el proceso de inmunización será prolongado durante todo el 2021 e incluso a lo largo de algunos años más.
«Las pandemias no desaparecen como un bombardeo, de golpe», ha alertado. Por el contrario, «van cediendo despacio».
«Hay ya una vacuna eficaz y pronto habrá más. Le han encontrado el talón de Aquiles a este virus: las mismas espinas que son su fuerza y que usa para penetrar en nuestras células son su talón de Aquiles».
Aunque Rafael Bengoa considera que actualmente la medida más eficaz para frenar la expansión de coronavirus es el confinamiento, también ha dicho que, desde su punto de vista, España podrá controlar la pandemia y reducir su incidencia a unos niveles muy bajos gracias a la vacuna y a las medidas de control de salud pública.
No obstante, ha subrayado que es importante «no volver a caer en la trampa de la complacencia» cuando los contagios empiecen a disminuir y que es necesario seguir invirtiendo en atención primaria, en salud pública local y en rastreadores.
España necesita mejorar y aprender
Para él, en nuestro país «hay mucho que mejorar» a pesar de que en general se han seguido criterios científicos, y, por este motivo, ha invitado a «aprender, de cara a la siguiente crisis», sea del tipo que sea, y «a tener una interacción mejor entre la ciencia y la política».
Desde su punto de vista, la cronicidad ha sido «el elemento de mayor vulnerabilidad» en la epidemia y por esta razón ha advertido que mientras no haya un modelo que ofrezca la continuidad de cuidados a los crónicos, no se les tendrá en cuenta y esto supone que sean todavía «más vulnerables por el modelo fragmentado» que existe.
Rafael Bengoa ha defendido que para controlar la pandemia sería ideal hacerlo desde «un enfoque nacional, una coplanificación entre niveles del gobierno».
Por último, ha señalado que, en su opinión, desde la atención sanitaria deben ofrecerse «modelos híbridos presenciales y digitales a la población y monitorizar la calidad y satisfacción, así como modular preferencias a los usuarios».