Público en un acto cultural con mascarilla cumpliendo las medidas de seguridad impuestas

Una experta mundial explica cómo será el fin de la pandemia, y no es lo que imaginamos

La llegada de las vacunas ha generado esperanza, pero no será todo tan fácil

Una de las principales preguntas que casi todos nos hacemos sobre la pandemia actual de coronavirus es cuándo acabará. Aunque parezca mentira, ya hace más de un año que se diagnosticó el primer caso en España, y estamos a poco de 'celebrar' el aniversario del primer estado de alarma, ese que nos tuvo encerrados en casa durante más de dos meses casi sin poder salir de casa, salvo por urgencia o necesidad. 

Durante este año de pandemia hemos aprendido a convivir, en cierta manera, con el virus. Medidas que al principio nos parecían muy extrañas ahora son el pan de cada día, como el uso obligatorio de la mascarilla o los aforos limitados en casi cualquier lugar público. 

Cuando parecía que la situación empezaba a 'cronificarse', es decir, que muchos ya pensaban que viviríamos años así, empezaron a llegar las primeras vacunas, en tiempo récord. Y, como quien no quiere la cosa, España ya ha vacunado a un millón de personas con pauta completa de dosis contra el Covid-19

Esto ha generado esperanzas, no solo aquí, también en muchos otros países del mundo que ya están vacunando a su población, y parte de la sociedad empieza a ver luz al final del túnel. Hay expertos, incluso, que creen que este próximo verano ya podría recuperarse una cierta 'normalidad', que aunque no sería completa, haría que nuestro día a día se parezca mucho más al que teníamos antes. 

Devi Sridhar, profesora y presidenta de la Unidad de Salud Pública Global de la Universidad de Edimburgo, se ha atrevido a dar su visión sobre cómo será el final de la pandemia, que muchos ven cerca, pero ella opta por ser algo precavida y prudente, ya que no cree que logremos terminar rápido con la pandemia ni de forma brusca. 

Según ha explicado en un artículo en el medio 'The Guardian', «es poco probable que la pandemia acabe de forma brusca, sino más bien lentamente» y dependerá de cada país, de su ritmo de vacunación y del control que ejerza sobre el virus. 

Como era previsible, Sridhar cree que los países 'ricos' serán los primeros en recuperar la normalidad, a través de las pruebas de detección, las vacunas y unos mejores tratamientos, pero admite que los países más pobres sufrirán más y se enfrentarán a más olas de contagios. 

Los países ricos podrían recuperar cierta normalidad este mismo año

«Lamentablemente, esta es la historia de la salud mundial», explica la profesora, que añade que «los problemas son controlados y luego olvidados rápidamente por las partes ricas del mundo, como el sarampión, las paperas, la rubéola, la tuberculosis y la poliomielitis, que siguen siendo problemas importantes en las partes más pobres».

La experta explica que los países europeos, Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos, Japón, Canadá, Reino Unido y demás países del denominado primer mundo tienen mejor capacidad de rastreo, por lo que pueden llegar a una situación de eliminación del virus si se suma a las restricciones y al control de fronteras para evitar importar casos de países donde la pandemia no esté controlada. 

Así, el control de la pandemia no será global, como muchos se esperaban, sino que se dará 'país por país'. En ese sentido, Sridhar cree que si los países ricos son capaces de vacunar a toda su población y controlar la pandemia, podrán eliminar las restricciones y recuperar una vida 'normal' en los próximos «seis a ocho meses». 

Esto significa que en estos países se podría volver a abrir las escuelas y universidades, los bares, restaurantes, gimnasios, espectáculos culturales e incluso grandes eventos deportivos y culturales que hasta ahora han quedado en suspensión, como conciertos o festivales de música. 

En este sentido, la profesora pide a los gobiernos de los países ricos que no se contenten con controlar la pandemia en sus territorios, y cree que cuando eso ocurra, los esfuerzos deben ir enfocados para que otros países con menos recursos puedan empezar a recuperarse.