España se acerca a la Semana Santa con la incidencia acumulada más baja desde el pasado mes de agosto, aunque en los últimos días parece que está volviendo a repuntar de forma muy tímida, pero las autoridades no quieren que se repiten errores del pasado y han decretado ciertas medidas restrictivas que estarán en vigor hasta después de las fiestas.
Sanidad propuso unas medidas que se aplicarán en todo el territorio nacional, como el cierre perimetral, el toque de queda y la prohibición de reuniones sociales, mientras que las comunidades autónomas han acabado de matizar el plan con sus propias restricciones que afectan a otros sectores, como la hostelería o el comercio.
Pero sin duda, lo que más polémica está trayendo en las últimas semanas ha sido los cierres perimetrales y los límites a la movilidad, que ya le han provocado al Gobierno un enfrentamiento con el ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, y que acaba de rebotar en la Unión Europea con un mensaje claro a las autoridades.
Desde la Comisión Europea se ha pedido a los gobiernos de las distintas administraciones en España que haya «coherencia» en las restricciones de viajes que se aplican dentro y fuera del territorio nacional. Europa ha recordado que los riesgos vinculados con el coronavirus son muy similares en ambos casos, ya sean viajes nacionales o internacionales, como ha explicado el portavoz de Justicia, Christian Wigand.
Wigand expone que «la recomendación (propuesta por la Comisión y adoptada por los Veintisiete) dice claramente que, dado que la transmisión y riesgo es similar para los viajes domésticos y transfronterizos, los Estados miembro deberían asegurar coherencia entre las medidas aplicadas a los dos tipos de viaje».
El portavoz ha explicado en rueda de prensa que no quería hacer comentarios específicos, ya que algunos periodistas le han preguntado sobre lo que ocurre en España con los viajes: los españoles no pueden moverse dentro del territorio nacional, pero desde hace varias semanas llegan turistas de varios países, especialmente franceses, por la relajación de las medidas en algunas comunidades como Madrid.
De hecho, la preocupación es muy grande de cara a las fiestas, porque a los turistas franceses se unirán los alemanes, que ya han aumentado considerablemente las reservas hoteleras en zonas como Baleares y Canarias.
Las competencias de viajes a otros países son de la UE
Wigand ha explicado que las competencias sobre las fronteras dentro de los países europeos las tiene la Unión Europea, pero que los desplazamientos nacionales son competencia de los Estados miembro. Es decir, España puede delimitar la movilidad entre comunidades autónomas, pero no puede limitar los viajes hacia fuera de España o de fuera hacia dentro, ya que eso es competencia de la Unión.
Aun así, no sería la primera vez que algún país europeo decide cerrar sus fronteras de forma unilateral: Ya lo hicieron varios países durante la primera ola, cuando empezaron a crecer los contagios por todo el continente, lo que acabó provocando polémica dentro de la UE.
Sobre la situación del virus, Wigand defiende que la UE prioriza la situación de cada territorio por encima de una división en clave nacional, ya que dentro de los propios países hay zonas con mejor progresión y otras con peor incidencia. Por ese motivo, defiende que las medidas se adapten en función de cada región, y el cierre de fronteras nacionales no respondería a esa adaptación.
De hecho, la UE ya ha alertado a otros países europeos precisamente por hacer lo que muchos piden en España: limitar los desplazamientos al exterior. Alemania y Bélgica han prohibido salir del país por causas no justificadas, lo que no ha sentado nada bien a Europa al creer que son medidas desproporcionadas.