España sufre una oleada de brotes de coronavirus tal y como ha explicado durante la tarde de este lunes Fernando Simón. De todos los brotes, preocupan en especial dos de ellos, uno situado en Murcia y otro situado en un edificio de Santander.
El presidente del Gobierno murciano, Fernando López Miras, ha advertido que en la Región hay rebrotes de COVID-19 «muy preocupantes» y ha instado a «extremar la precaución». De lo contrario, si las circunstancias «lo requieren», advierte que el Ejecutivo tiene sobre la mesa «medidas drásticas» como el confinamiento de municipios o volver atrás en las fases de desescalada.
En una rueda de prensa tras presidir la reunión del Comité de Seguimiento Poscovid-19, López Miras ha considerado que «las ganas por recuperar la vida normal ha hecho que demasiada gente olvide de dónde venimos y cuál es el motivo de que estemos en esta situación». Así, ha advertido que «el virus no ha desaparecido» y la pandemia «sigue causando estragos en muchos lugares del mundo».
López Miras: «En nuestro entorno hay rebrotes muy preocupantes»
«En nuestro entorno hay rebrotes muy preocupantes», según López Miras, quien ha señalado que, cada día, «vemos a nuestro alrededor cómo se están cometiendo graves irresponsabilidades», por lo que ha instado a «no permitirlas». Y es que, añade, hay «calles, plazas y playas en las que no se guarda la distancia de seguridad, o grupos que se concentran ignorando cualquier normativa, y personas que se enfrentan a las limitaciones que se han establecido para garantizar nuestra seguridad en locales de todo tipo».
«Seguro que saben de lo que les estoy hablando», ha aseverado López Miras, quien cree que «muchos han olvidado que sigue siendo necesario lavarse las manos y la higiene para evitar la transmisión, o que el uso de las mascarillas es obligatorio y es un seguro de vida para todos». En concreto, ha señalado que su uso es «adecuado pese al calor», y ha de proteger «nariz y boca; no es un elemento de adorno para cubrir solo la barbilla o para llevarla en la mano o junto a la cara».
Y es que reconoce que «hemos ganado terreno a la epidemia» pero advierte que «si regresa, nos hunde». Así, aclara que «nos estamos jugando mucho y todos debemos ser conscientes de ello». Así, aclara que «corremos un gran riesgo de volver atrás» en un confinamiento que «sería difícilmente soportable por muchos y que nos obligaría a retroceder; a cerrar muchos comercios y empresas; y que supondría sin duda un golpe caso definitivo a la existencia de miles de puestos de trabajo».
Ha recordado que los aplausos diarios a las 20.00 horas en agradecimiento de los sanitarios «habrán sido solo una pose de los que ahora, irresponsablemente, ponen sus vidas en peligro». Así, insiste en que hay «un riesgo claro para la salud» y «tenemos la responsabilidad de proteger a cuantos viven en la Región de Murcia, porque hay quien está poniendo en peligro sus vidas».
«No podemos olvidar que han fallecido 150 personas en la Región, y no queremos que haya ninguna pérdida más», según López Miras, quien ha señalado que este escenario hace que el Gobierno regional baraje «cualquier tipo de decisión» y tiene encima de la mesa «planteamientos muy drásticos» porque «estamos en un momento crucial y nadie quiere volver a las fases que dejamos atrás gracias a la responsabilidad de todos».
Por ello, ha instado a «extremar la precaución». Ha recordado que este miércoles «se abren las fronteras» y será un momento «muy esperado por un sector imprescindible para todos nosotros como es el turismo». Ha señalado que «estamos empezando a recibir a miles de personas que vienen a su segunda residencia» y son «la esperanza de muchos comerciantes, pequeños empresarios y autónomos». No obstante, ha advertido que «también conlleva riesgos».
El brote en el edificio de Santander
El brote de coronavirus detectado en un edificio de la zona de Castilla-Hermida en Santander, el primero en Cantabria desde que se levantó el estado de alarma, ha sumado un positivo más, por lo que el total de casos asciende ya a 14.
Así lo han indicado en declaraciones a los medios el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, y la directora general de Salud Pública, Paloma Navas, quienes han aclarado que por el momento el brote afecta exclusivamente al edificio, ya que todas las pruebas que se han realizado a vecinos y establecimientos de la zona han resultado negativas, aunque «está en estudio y todavía no lo podemos dar por terminado».
En concreto, el edificio es de 48 viviendas y los 14 casos están en cuatro de ellas. El último positivo confirmado —se detectó ayer, aunque no se ha hecho público hasta este mediodía— reside en una de esas cuatro agrupaciones familiares, en la que inicialmente se creyó que solo eran tres los infectados pero finalmente son cuatro.
Todos los casos presentan síntomas leves y se encuentran aislamiento domiciliario a excepción de una mujer de 89 años, que presentaba clínica respiratoria leve y ha sido trasladada al hospital esta mañana, donde ha quedado ingresada como medida de precaución por su edad, «para evitar complicaciones mayores y actuar lo antes posible».
En general, los infectados y las personas con las que han estado en contacto tendrán que estar aislados durante diez días, aunque este periodo se puede alargar en función de su sintomatología, si mantienen una carga viral alta y siguen dando positivo cuando se hagan las PCR de control, que se harán en los próximos «dos o tres días».
Según han indicado Rodríguez y Navas, hay «unas 30 o 35 personas» aisladas en sus domicilios por haber mantenido contacto estrecho con los contagiados —han estado juntos más de 15 minutos y a una distancia inferior a 1,5 metros—, además de los vecinos del edificio, que son en torno a 80 personas.