Bebé tumbado sin que se le vea la cara

Esther, la mamá que pasó 13 días en la UCI sin su bebé: ‘No es una broma’

Los médicos la tuvieron que intubar después de dar a la luz debido a la gravedad de la neumonía que padecía

Esther es la mamá de Noa, una bebé recién nacida a la que solo pudo abrazar 13 días después del parto. Unas interminables jornadas que ahora, esta madre de Puertollano, en Ciudad Real, recuerda como una de las experiencias más duras de su vida y aprovecha para lanzar un mensaje a todos los españoles: el coronavirus no es ninguna broma.

El calvario de Esther Aguilar, una joven de 35 años, comenzó el 30 de diciembre, cuando estando embarazada y a punto de dar a luz dio positivo en coronavirus. Un día después ingresó en el hospital con una neumonía, y los médicos decidieron trasladarla a Ciudad Real para hacerle una cesárea. Estaba en la semana 34 de gestación. 

Esther, una mujer joven y sin patologías previas, sufrió un agravamiento de la neumonía que obligó a adelantar el parto. «La cesárea fue rápida y salió bien, pero yo tenía la neumonía extendida y estaba en la UCI. Esa noche tuvieron que intubarme, hasta el día 14 de enero», explica la joven. Ahora lo recuerda como una experiencia muy dura en la que, además de la afección por coronavirus, pasó dos semanas sin ver a su hijo.

Lo cuenta desde su blog personal «La pedagogía de mamá», en el que da consejos sobre la crianza de los niños a otras familias. Tras su experiencia, que define como «una pesadilla para mí y todos los que me quieren», Esther decidió contarlo para crear conciencia sobre el peligro del Covid-19. «He pensado mucho en hacer o no esta publicación», reconoce, «pero me parece una forma de concienciar a quien todavía no crea en los efectos del coronavirus». 

La autora del blog se ha dado cuenta que el coronavirus nos puede afectar a todos, y lanza un claro mensaje: «Soy una persona sana, intento cuidarme y aun así he estado ocho días en la UCI, siete en planta y lo que me queda en casa. Como veis, no es una broma, esto nos puede atacar de una manera brutal e inesperada».

Por eso hace un llamamiento: «Debemos tomar conciencia de lo que puede hacernos este virus, cuidarnos y cuidar de los demás». Además, quiere destacar la labor de los sanitarios que «están al pie del cañón día tras día soportando turnos interminables, contagios, muertes y un largo etcétera». A ellos les manda este mensaje de cariño: «Nunca se os valorará lo suficiente por todo lo que estáis viviendo».

Esther redacta estas líneas junto a su bebé, Noa, que tras un mes de vida se encuentra en perfecto estado. Lo peor ya ha pasado, y ahora quiere agradecer a todas las personas que han estado a su lado en momentos tan duros: «Soy afortunada de tener a tanta gente que me quiere alrededor, gracias infinitas a todos los que me habéis mandado vuestras fuerzas».

Incidencia de la tercera ola en Ciudad Real

El 26 de diciembre, unos días antes de que Esther ingresara en el hospital, la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha había decretado el nivel 3 de alerta en Puertollano con restricciones más duras para frenar los contagios de coronavirus. Un mes después, la tercera ola ya había dejado más de 5.000 muertos en la comunidad manchega, y Ciudad Real, donde se encuentra Puertollano, era la segunda provincia con mayor incidencia después de Toledo.

La semana pasada, Ciudad Real llegó al pico de la ola y desde entonces la curva de contagios está experimentando un descenso notable. El lunes, sin ir más lejos, se notificaron 317 nuevos casos, que suponen más de la mitad que el fin de semana anterior. En el último mes no ha habido un lunes con datos tan positivos, lo cual indica que las medidas funcionan.

Covid-19 y embarazadas

Sobre la relación entre Covid-19 y embarazo aún queda mucho por investigar, pero lo que se sabe hasta ahora es que el riesgo para el embarazo es bajo. Sin embargo, el embarazo aumenta el riesgo de enfermedades graves derivadas del Covid-19, como complicaciones respiratorias que requieren cuidados intensivos como en el caso de Esther. 

Algunos estudios sugieren también que las mamás contagiadas con coronavirus tienen más probabilidades de tener un parto prematuro, y es más probable que los bebés necesiten ser internados. En todo caso, es fundamental que las mujeres embarazadas notifiquen cualquier ligero síntoma o si han estado expuestas a algún contagio, ya que se podrá decidir el tratamiento adecuado para la madre.