El asesinato de Samuel Luiz sigue siendo investigado por la policía, que se ha encontrado con un nuevo obstáculo. Y es que Estados Unidos no estaría dispuesto a ofrecer ciertos datos que ayudarían a resolver el crimen.
Samuel, un joven homosexual de A Coruña, falleció el pasado julio después de que un grupo de jóvenes le propinara una paliza mortal. Su asesinato causó gran conmoción e indignación en la sociedad española, y se está investigando si se trató de un crimen homófobo.
Cronología de los hechos
La noche de los hechos, Samuel y una amiga suya habían salido de fiesta. El joven estaba realizando una videollamada cuando sin querer salió en la cámara un chico que pasaba por delante. Esto fue el detonante del fatal desenlace.
El otro chico, que pensó que estaba siendo grabado, le increpó y empezó a pegarle.
Al poco se unieron al agresor el resto de su grupo de amigos, propinando una grave paliza a Samuel.
Según varios testigos, uno de los gritos que resonaron en esta pelea fue la de ‘’maricón’’. En el atestado policial salen las palabras textuales siguientes: "Deja de grabar. A ver si te voy a matar, maricón"
Pese a que hasta dos chicos intervinieron en la pelea e intentaron ayudar al joven Samuel, los golpes fueron fatales. Instantes después llegó la policía y una ambulancia, que lo trasladó al Hospital de A Coruña. Sin embargo, Samuel murió a consecuencia de varios golpes en la cabeza que le provocaron un politraumatismo craneoencefálico.
Actualmente hay tres chicos mayores de edad involucrados en el crimen que han sido detenidos. Se encuentran en prisión provisional en la cárcel de Teixeiro.
Una chica permanece en libertad con cargos. Se les acusa de un delito de asesinato. Además, hay dos menores de edad más implicados en el crimen, que están en régimen de internamiento en un centro de menores.
La Fiscalía pide el acceso a los mensajes publicados por los agresores
Por ahora, la Policía sigue investigando si se trató de un crimen homófobo, lo que supondría un agravante en la condena. Por un lado, hay testimonios del día de la pelea que aseguran que esta se produjo por motivos homófobos, y que se oyeron gritos de ‘maricón’.
Por el otro lado, los investigadores dudan de que la agresión fuera propiciada por la orientación sexual de la víctima, pues los agresores no la conocían de antes. Por lo tanto, no podrían saber que era homosexual.
En este contexto, los juzgados han solicitado tener acceso a la información publicada por los atacantes en redes sociales después de la pelea. Quieren arrojar más luz sobre el asunto y la presunta motivación de la pelea.
Para ello, tienen que pedir permiso a las sedes de las distintas redes sociales, que todas ellas se encuentran en Estados Unidos.
Es por ello que la Fiscalía ha pedido recuperar los mensajes que mandaron los acusados el día de los hechos, después de la pelea, y que luego borraron. Las autoridades confían en que allí se podrían encontrar más indicios que detallaran el papel de los implicados en el homicidio. Y saber si se trató de un crimen por orientación sexual.
Sin embargo, desde Estados Unidos se ha rechazado esta petición. Consideran que no hay motivos suficientes para relacionar los mensajes de los acusados con una hipotética resolución del crimen. Por lo tanto, se niegan a colaborar en este caso.
Por el momento, la investigación sigue abierta.