Si hay un colectivo que conoce de primera mano los estragos que la pandemia provocada por el Covid-19 está ocasionando en la población, son los sanitarios. Desde que el virus aterrizó en nuestro país, han sido los primeros en ponerse en primera fila de esta guerra que está próxima a cumplir un año. Entre ola y ola, los sanitarios no han tenido tiempo para descansar y cada día se enfrentan a miles de pacientes covid con el riesgo que supone para sus vidas.
En pleno estado de alarma tuvieron que alejarse de sus familias por el miedo a contagiar a sus seres queridos y vivieron durante semanas intentado salvar la vida de aquellos a los que la enfermedad se cebó. Solo ellos conocen de verdad lo que es el miedo al contagio y en su recuerdo quedará el horror vivido durante meses. Por eso, ante los que dudan sobre la existencia del virus, los llamados 'negacionistas', los sanitarios son contundentes y se muestran muy duros.
«Negacionistas, mala chispa os coma las entrañas»
Se cuentan por cientos los testimonios de sanitarios que han narrado lo vivido en la UCI, el peor de los escenarios para los enfermos de coronavirus. Ingresar en una de estas unidades conlleva luchar por la vida y los momentos que se viven ahí, son estremecedores. Como el caso de la enfermera Inés Lobeira, encargada de tratar a enfermos covid en el hospital Montecelo, en Pontevedra.
Con tan solo cuatro días del recién estrenado 2021, Inés ha querido sacar a la luz lo ocurrido con un paciente con una «neumonía galopante». El enfermo tuvo que ser trasladado a la UCI tan solo unos minutos después de contarle que su mujer, positiva en coronavirus, había fallecido. Su última petición antes de entrar en la unidad de cuidados intensivos fue clara: «No me dejéis sufrir».
«Acabo de despertar de lo que me gustaría que fuera una pesadilla» comienza relatando Inés Lobeira en sus redes sociales contando cómo fue su primera guardia del 2021. Un nuevo año ha comenzado, pero para los sanitarios nada ha cambiado. Los contagios siguen en aumento y continúan saturados tanto física como mentalmente. Enfrentarse cada día a historias personales de enfermos covid que luchan por su vida hasta el último aliento y estar con ellos, acompañándoles cuando sus familiares no pueden estar, destroza a cualquiera.
«Hay EPI para el cuerpo, pero quiero uno para el alma. No puedo más, porque llevamos ya nueve meses en esta guerra» cuenta Inés Lobeira tras relatar el caso de este enfermo. «Primera bofetada de realidad» añade. Durante su guardia, Inés ha tenido que atender a vecinos suyos que, pese a su estado, la han podido reconocer: «Que alguno, aún malito, te diga... Te conozco por tus ojos» cuenta con pesar en su cuenta de Facebook.
El llamamiento de Inés
Los trabajadores sanitarios no se han cansado de advertir a la población de lo importante que resulta cumplir con las recomendaciones. Llevar mascarilla y la distancia de seguridad han resultado ser claves para evitar los contagios, pero todavía queda parte de la población que se niega a acatar las normas. Los llamados 'negacionistas' se van haciendo hueco en la sociedad poniendo en riesgo tanto sus vidas como la de los demás.
Ante estos, Inés Lobeira ha querido advertir: «Apartaos de quien no usa mascarilla o pasa de las recomendaciones. Es ahora mismo nuestro peor enemigo, más que el propio coronavirus». Y termina de forma tajante y dura: «Negacionistas, mala chispa os coma las entrañas». La enfermera sabe que nos espera un año duro, y hace un llamamiento: «No será un año fácil este 2021, pero tenemos que intentarlo. Cuidaos y apartaos de los revolucionarios de pacotilla» sentencia.