Pedro Sánchez en rueda de prensa en la Moncloa para declarar el estado de alarma, el 25 de octubre del 2020

La medida por el Covid que el Gobierno acaba de alargar hasta mayo

Vencía el 31 de marzo y se ha alargado hasta el 30 de abril

El Gobierno de España ha prorrogado esta semana una de las restricciones clave en la lucha contra el coronavirus, y especialmente contra las nuevas variantes que han surgido en los últimos meses y las que podrían seguir apareciendo a medida que pasan los meses. 

Según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE), quedan prorrogadas hasta el próximo 30 de abril las restricciones impuestas a la llegada de viajeros que viajen a España por razones «no imprescindibles» procedentes de fuera de la Unión Europea o de aquellos que tengan asociación con el espacio Schengen. 

Es decir, los viajeros que lleguen a España sin causa justificada desde fuera de la UE y del espacio de libre circulación europeo no podrán entrar a nuestro país. Esta medida vencía este miércoles, 31 de marzo, después de ser prorrogada a finales de febrero durante un mes, pero el avance de la pandemia y el repunte de casos ha obligado a prorrogarla de nuevo hasta finales de abril por razones «de orden público y salud pública con motivo de la crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19».

El único territorio que ve levantadas estas restricciones es Gibraltar, que desde las 18:00 horas del 30 de marzo quedará al margen de la orden —hay que recordar que, tras el Brexit, el Reino Unido quedó fuera del espacio Schengen de la UE— y permitirá la libre circulación por los puestos fronterizos terrestres. 

La mejoría de la situación epidémica en Gibraltar, que incluso ha levantado restricciones como el uso obligado de mascarilla por la calle en algunas circunstancias, ha propiciado este levantamiento. Además, el Gobierno ya levantó hace días las restricciones a los vuelos procedentes del Reino Unido, así como a los buques de pasaje procedentes de ese país, que se impusieron por la variante británica predominante allí.

En Reino Unido, la situación epidemiológica ya es mucho mejor que en el resto de Europa, con una campaña de vacunación mucho más avanzada y con un descenso paulatino de los casos desde el pasado mes de enero. 

Sin cambios en los vuelos europeos

La medida, sin embargo, no tiene efecto sobre los viajeros que lleguen a España desde otros países de la UE o que formen parte del espacio Schengen de libre circulación, por lo que los turistas de Francia, Alemania y el resto de socios comunitarios sí podrán llegar a España sin las limitaciones impuestas a terceros países.

La llegada de este tipo de visitantes se ha convertido en el último caballo de batalla entre el Gobierno y la oposición —y gran parte de la ciudadanía— en plena Semana Santa, ya que los viajes entre comunidades autónomas están prohibidos, pero no así los viajes con otros países. 

De hecho, muchos políticos han exigido que se impongan las mismas restricciones de vuelos al resto de países europeos para evitar que sigan llegando turistas, con el foco puesto especialmente en Madrid. Sin embargo, las competencias en este campo son de la UE, que defiende mantener la libre circulación entre países e imponer limitaciones más delimitadas a regiones concretas que puedan tener una incidencia más elevada de Covid-19.

Este mismo fin de semana, varias imágenes tomadas en las calles de la capital española el viernes por la noche se han hecho virales y han sido muy criticadas en redes sociales, ya que se puede observar a muchas personas sin distancia de seguridad, sin mascarilla y en pleno toque de queda por las calles de Madrid sin que nadie, ni la Policía, actuase para impedirlo. 

Los expertos consideran que la cuarta ola ya está empezando en España, sobre todo después de casi la totalidad de comunidades autónomas ya hayan visto crecer su incidencia acumulada, y esas imágenes acaban provocando el hartazgo de la población, que sigue sin entender por qué pueden venir turistas de fuera y no se puede viajar dentro de España ni para visitar a amigos y familiares.

Ese hartazgo, para los expertos, puede aumentar la llamada 'fatiga pandémica' y hacer que la sociedad esté cada vez menos inclinada a respetar las normas sanitarias.