La nueva cepa del coronavirus que se ha detectado en Reino Unido, y que se ha mostrado más contagiosa que las que habían circulado hasta ahora, tiene al mundo en vilo, hasta el punto en el que varios países, especialmente europeos, han anunciado en las últimas horas el cierre de fronteras y la prohibición de vuelos con el país británico.
La voz de alarma saltó cuando el gobierno de Boris Johnsson decretó el confinamiento total de Londres y un área del sureste del país que afecta a unos 20 millones de personas, debido al rápido avance de una nueva cepa del coronavirus que ya se ha convertido en la mayoritaria en el país, según las autoridades británicas.
Tras este anuncio, el domingo, 20 de diciembre, varios países anunciaron el cierre de sus fronteras con Reino Unido y la cancelación de todo el tráfico aéreo de pasajeros. En Europa, Países Bajos, Bélgica, Italia, Alemania, Francia, Irlanda, Austria, Suiza, Portugal, Bulgaria, la República Checa, Letonia, Lituania y Estonia han cancelado todos sus vuelos, a los que se han unido otros países del mundo como Canadá, Argentina, Perú, Chile y Colombia.
Mientras, el Gobierno español ha anunciado que de momento mantiene los vuelos con el país británico, pero que está a la espera de una respuesta coordinada de toda la UE, a pesar de que los principales países de la UE y nuestro entorno ya han cerrado sus fronteras de forma unilateral. Salvo que se produzcan cambios en las próximas horas, AENA tiene programados 201 vuelos entre España y el Reino Unido, tanto de ida como de vuelta, lo que supone la operación «habitual».
De momento, España ha anunciado que, aunque no cancela los vuelos, aumentará los controles a los viajeros que lleguen desde las islas británicas en los próximos días para impedir que la nueva cepa llegue a nuestro país, donde de momento no se ha reportado ningún caso, según ha explicado Salvador Illa en una entrevista en Rac1.
Aun así, el Gobierno de Sánchez ha pedido una respuesta «rápida» y «coordinada» de toda la Unión Europea, pero también ha avisado que si no llega, el Gobierno «actuará en defensa de los intereses y derechos de los ciudadanos españoles».
Una cepa más contagiosa pero no más letal
El primer ministro británico, Boris Johnsson, anunció el fin de semana el confinamiento de Londres y unos 20 millones de británicos por el avance de la nueva cepa del Covid-19, que según las autoridades es un 70% más contagiosa que la que había reinado hasta ahora.
A pesar de eso, los expertos sanitarios también han informado que esa mayor tasa de contagio no se ha traducido, de momento, en un aumento de la mortalidad, y que tampoco supone un problema para las vacunas que ya se están distribuyendo en el país, ya que serían igualmente efectivas con esta nueva cepa.
El confinamiento de esos 20 millones de personas llega a las puertas de Navidad, lo que provocó un éxodo masivo de londinenses que intentaron huir de la ciudad antes de que el cierre se hiciese efectivo para poder celebrar las fiestas con sus familias, algo que no gustó nada a las autoridades.
Cabe recordar que este nuevo confinamiento obliga a cerrar a todos los comercios no esenciales durante las próximas dos semanas, por lo que los comerciantes perderán todo lo que queda de la campaña de Navidad. Además, las reuniones sociales se han limitado de forma drástica como mínimo hasta el 30 de diciembre, cuando las autoridades revisarán las restricciones e intentarán salvar la última semana navideña.
Aun así, algunos medios británicos ya hablan sobre la posibilidad de que algunas medidas puedan llegar a extenderse hasta Semana Santa, después de que la pandemia se haya vuelto a descontrolar en el país. Cabe destacar que ayer se notificaron 35.000 nuevos casos de Covid-19 en Reino Unido, que ya ha superado los 2 millones de contagios desde el inicio de la pandemia y ha tenido que lamentar 67.401 muertes por la enfermedad, el segundo país europeo con peores datos después de Italia.