Los casos de coronavirus no dejan de aumentar y, teniendo en cuenta los cuatro niveles de alerta establecidos por el Ministerio de Sanidad, para alcanzar la incidencia acumulada «ideal» de 25 casos por 100.000 habitantes, España necesitaría casi dos meses.
Para conseguir este objetivo, los casos semanales deberían disminuir a una incidencia de entre 25 y 50 casos, siempre que se mantengan las medidas de restricción actuales o incluso sean incrementadas. Sin embargo, y en el mejor de los casos, para conseguir estos datos se necesitaría por lo menos un mes y medio.
El 9 de noviembre, la fecha en la que se estableció que empezó la segunda ola de coronavirus, España acumulaba una incidencia de 529,43 casos por cada 100.000 habitantes. Según los informes de Sanidad, hasta el 19 de noviembre, esa cifra ha disminuido hasta los 436,27, lo que equivale a 9,32 casos de incidencia acumulada menos cada día.
De esta forma, para llegar a la incidencia «ideal» se tardarían entre 41 y 45 días. Aunque Benito Almirante, el jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d'Hebron, le ha dicho a 'Nius' que «es un ritmo al que se puede llegar con las medidas actuales», Juan Gestal, exprofesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Santiago de Compostela, ha destacado que «las cifras actuales aún son muy elevadas».
«No puede ser interpretada como que estamos doblegando la curva. Sigue siendo una situación grave», ha advertido Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en situaciones de crisis de la OMS. No obstante, ha señalado que es posible ver esas cifras durante los primeros días del próximo mes de enero, «pero solo si todo va bien».
Sin embargo, Benito Almirante considera que conseguir una incidencia de entre 25 y 50 casos sin aplicar un confinamiento domiciliario es «muy difícil». Aun así, ha subrayado que «mantenernos persistentemente por debajo de los 200 casos, sería ya un éxito importante».
La incidencia acumulada no es el único factor importante
«Si volvemos a salir como la vez anterior volverá a pasar lo mismo, y pronto nos encontraremos como ahora», ha recalcado Gestal. Él considera que conseguir esa cifra no es lo único necesario para poder controlar el virus y que el comportamiento de la población también es importante. «Andaremos mareando la perdiz, hasta que lleguen las vacunas y se alcance la inmunidad de grupo».
Estos no son los únicos factores que se deben tener en cuenta, ya que no todas las comunidades se encuentran en la misma situación epidemiológica ni todas las regiones están aplicando las mismas medidas.
Algunas autonomías se sitúan por debajo de la media de incidencia nacional, como Madrid o Galicia; otras lo hacen por encima, como el País Vasco, La Rioja o Aragón; y en algunas esta cifra sigue incrementando, como Cantabria o Asturias.
Además, en muchas autonomías las medidas aplicadas ni siquiera son las mismas para todos los municipios de su territorio y en algunas comunidades son más restrictivas que en otras.
En el País Vasco, por ejemplo, han cerrado los locales de hostelería y restauración en toda la región y se han establecido cierres perimetrales. En Cataluña, Castilla y León, La Rioja y Navarra se han impuesto medidas similares. En cambio, en otros lugares como Madrid, Andalucía o la Comunidad Valenciana, las restricciones se limitan a toques de queda, restricción de horarios y reducción de aforos.
¿Confinamiento o test masivos?
Por este motivo, los tres expertos coinciden en que sería necesario aplicar medidas a nivel nacional. «Es lo que han hecho otros países europeos y están empezando a ver resultados», ha explicado Daniel López Acuña.
Asimismo, el exdirector de Acción Sanitaria en situaciones de crisis de la OMS, ha explicado que sería necesario un confinamiento en todo el país durante «unas cuatro semanas» para poder controlar el virus y que la población no se relaje cuando finalicen las restricciones actuales.
«El autoconfinamiento ayudaría mucho a reducir los contagios, independientemente de que aumenten o no las restricciones», ha señalado también el experto, haciendo alusión a la llegada de la Navidad, una época que invita a que las interacciones sociales aumenten.
Por otro lado, Benito Almirante cree que aplicar esta medida debería ser «la última de las opciones» porque «ahora tenemos cuatro veces menos carga de enfermedad que en marzo y abril» y destaca que habría que mantener el aislamiento hasta que no hubiese casos, por lo que considera que «no es sostenible».
Para él lo ideal sería realizar test masivos «para diagnosticar en las próximas dos o tres semanas» y aislar a todas aquellas personas que den positivo. «Se estima que el 60% de los asintomáticos no acude a los centros de salud, por lo que no se diagnostica».
«Deberíamos empezar a olvidarnos de fechas»
Por otra parte, Gestal se ha mostrado muy firme respecto a su posición sobre la Navidad y ha subrayado que «deberíamos empezar a olvidarnos de fechas».
«Antes habíamos renunciado a la Semana Santa, a las Fallas, a la Feria de Abril, y después a las fiestas del verano, y aquí estamos de nuevo enfangados en la pandemia»
Tanto él como Daniel López Acuña han afirmado que las medidas restrictivas no deberían suavizarse por la llegada de esta época, sino que deben ir rebajándose «poco a poco».
Por el momento, Salvador Illa ha anunciado que se están intentando acordar unas «medidas especiales» comunes para todas las comunidades de cara a las vacaciones de invierno.