España se encuentra en una situación comprometida en el plano económico, hecho que podría determinar una modificación salarial en numerosas empresas del tejido productivo en los próximos tres años. El escenario de contratación planteado por la pandemia ha llevado a patronal y sindicatos a iniciar las negociaciones de los nuevos convenios casi de forma clandestina, con la intención de realizar una bajada de salario.
Así lo han determinado numerosas fuentes cercanas a la conversación según confirma el medio 'Confidencial Digital'. En base a estos indicios las organizaciones sindicales pretenden que la evolución paulatina de los sueldos se aplique a partir de 2022. Este proceso deja como indicador principal que en el próximo trienio los aumentos van a ser limitados, aunque este hecho no se conoce a ciencia cierta y confrontaría con los aumentos de los últimos años.
Alrededor de un cuarto de la población afectada
El fin de los pactos firmados por sindicatos y empresas para hacer frente a la crisis llegó a su fin entre 2018 y 2020. A pesar de que durante este mismo periodo se había conseguido una etapa de crecimiento, lo cierto es que en torno al futuro solo existe incertidumbre. El Covid amenaza con echar por tierra lo poco conseguido, y en efecto dominó cae una subida salarial firmada con años de retraso sobre la recuperación económica.
En 2018, los acuerdos firmados entre patronal y sindicatos en materia laboral que afectaban en aquel entonces a 10 millones de trabajadores en España, centraron el compromiso en una subida salarial fija. A día de hoy, en las conversaciones entre la patronal y los sindicatos —según transmiten estas mismas fuentes— la CEOE ha advertido a UGT y CCOO que si se vuelve a producir una subida de sueldos, las consecuencias se transmitirán en la destrucción de miles de puestos de trabajo en España.
Aunque esta noticia suene a tragedia, lo cierto es que todavía no se ha realizado el aumento de los salarios pactado al 3%, tampoco que los convenios establecidos se sitúen en la cifra de los 1.000 euros. A su vez aprovechan para transmitir que existirá una vinculación más estrecha entre el capital percibido y la productividad en el entorno laboral.
La situación actual
Con el inicio de 2021 se ha detectado una estandarización de los incrementos salariales pactados hasta la fecha. De hecho, ya se negocian subidas de sueldo entre el 1,58%, frente a la que determinó el curso anterior, que fue del 1,96. Cuantías que a pesar de lo positivo, poco se amoldan al crecimiento anual que supone la inflación del euro.
Estas subidas se habían acordado en el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que firmaron los sindicatos y la patronal para los años 2018, 2019 y 2020. Su función era resistir la ya mencionada inflación estableciendo subidas salariales del 2% anuales, con un incremento variable de hasta un 1% adicional en función indicadores vinculados a la productividad.
A pesar de la intención inicial lo que ocurrirá será un stop en el camino de cara a los próximos meses. Puesto que la CEOE prevé años de caída en el poder adquisitivo de muchos trabajadores a causa de la devaluación del mercado causada por la pandemia. Miembros de la patronal han trasladado a los sindicatos que no es posible una subida de sueldos, aunque tampoco se conoce si el Gobierno terminará por fijar un decreto que establezca un incremento del salario mínimo el próximo año.
La intención de los empresarios es clara, pretenden estancar cualquier tipo de modificación salarial. Como principal razón para justificar la marcha atrás en la subida, será el gran esfuerzo que se va a exigir de repente a las empresas en sus cuentas de resultados, sin apenas margen de reacción, y con las consecuencias de la pandemia de fondo.