El exasesor de Pedro Sánchez en el Gobierno, Iván Redondo, no suele aparecer demasiado en los medios de comunicación. Pero cada vez que lo hace deja titulares bastante llamativos. Eso fue lo que ocurrió hace unas semanas en el programa de Évole, y lo ha vuelto a repetir en Espejo Público.
Aprovechó la entrevista con Susanna Griso para revelar más detalles de su paso por Moncloa y abordar su salida del gabinete. Conocedor de muchos entresijos del Ejecutivo, sabe que su silencio vale más que sus palabras, de ahí que evite profundizar en exceso sobre algunos aspectos.
Redondo reconoce que se mantendrá en un segundo plano a partir de ahora, y que no estará "susurrando a nadie" lo que debe hacer. Después de unos cuantos años muy intensos en política solo tiene en mente tomarse un tiempo sabático. Insiste en que "lo que pasa en un vestuario se queda en un vestuario" y "así debe ser".
No dudó en pronunciarse sobre los posibles escenarios políticos que puede deparar el futuro. Considera que Pedro Sánchez tiene un rival muy potente en Yolanda Díaz, a la que ve como una posible presidenta del Gobierno en poco tiempo. Sus palabras fueron un tanto sorprendentes, ya que nadie esperaba este augurio.
Explica que "puede haber tres presidentes. El primero, Pedro Sánchez; el segundo, Pablo Casado si deja de ser líder de partido y se convierte en líder de la oposición. Debe pactar con el Gobierno las cosas importantes, como la factura de la luz", sostiene.
Y en esa quiniela también incluye a Yolanda Díaz, por lo que "podemos estar ante la que puede ser la primera mujer presidenta. Lo dicen las cifras", añade el exasesor.
Quiso pronunciarse sobre su salida, que fue un tanto controvertida porque nadie contaba con ella. Asegura que lo comunicó a Sánchez el pasado 5 de mayo, el día siguiente a las elecciones en la Comunidad de Madrid. Aquellos comicios supusieron un duro varapalo para las filas socialistas, que vieron como la popular Ayuso arrasaba.
En cualquier caso, su marcha pudo producirse con anterioridad, en dos momentos en los que no se sintió "querido" ni "aceptado". Y todo ello pese a que se entregó en cuerpo y alma a la formación. Presume de que durante su etapa lo había "ganado todo".
En cierta medida se había sentido un tanto traicionado por el partido cuando no le comunicaron los planes de la moción de censura en Murcia. Eso le llevó`a la conclusión de que debía "cerrar una etapa".
Una presidenta en España y un cambio de rumbo en el PSOE
Además de tener una idea clara de que España puede tener una presidenta del Gobierno en poco tiempo, también desvela las líneas del PSOE. Sostiene que la plataforma transversal que debe llevar a cabo el partido debe ser un "movimiento amplio" que no solo afecte a la izquierda.
En todo ello debe desempeñar una función esencial Podemos. En su opinión, hay muchas personas que no están y que deben sumarse a las propuestas de la formación de Sánchez. Todo ello para conseguir un espacio "de 10 millones de votos".
Poco dado a las entrevistas, quiso realizar un balance de su paso por el programa de Jordi Évole. Cuenta que "solo quería cerrar una etapa en esa entrevista y fijar un mensaje". Aprovechó la ocasión para agradecerle al periodista que le diera la oportunidad de hablar, ya que "gracias a él lo he podido hacer".
Quiso acordarse de los que le criticaron por la conversación en La Sexta. "Según algunos me he hecho el harakiri. No soy un genio, no soy un tipo inteligente", dijo Redondo.
Concluyo diciendo que a "todos ellos les tengo que decir que tienen razón. Y les dedico la mejor de mis sonrisas".