Un hallazgo en las últimas horas podría frustrar las esperanzas de la familia de Javier Mora. Y es que ha sido localizado el cuerpo sin vida de una persona en la localidad de Piedrabuena, en la provincia de Ciudad Real. Es de allí de donde desapareció el pasado mes de junio este joven de 37 años.
El cadáver era localizado por un vecino del municipio, según ha informado el canal Castilla-La Mancha Media. La televisión pública manchega explicaba que el cuerpo ha sido encontrado en una finca. Concretamente, estaba en un olivar a las afueras del municipio, situado en la carretera a Arroba de los Montes.
De momento, este domingo por la tarde todavía no había confirmación oficial de que el fallecido fuera Javier Mora. Y es que el cuerpo estaba en un avanzado estado de descomposición. Seguramente, se tendrá que esperar a las pruebas forenses para ver si trata de este vecino de Piedrabuena, desaparecido el pasado 13 de junio.
Los familiares de Javier no se esperaban que desapareciera de esta manera
Como decíamos, la preocupación del entorno de Javier Mora empezó a darse hace unos tres meses. Fue el pasado 13 de junio cuando lo vieron por última vez y su familia tuvo "el último contacto físico" con él. Lo único que se sabe de las horas posteriores a ese domingo es que se cree que pudo haber estado en una casa familiar que tienen en el campo.
Algunas personas lo habrían visto por la localidad el siguiente martes 15 de junio. “El martes vieron que había estado ahí (refiriendo a la casa de campo) pero desde el martes no han vuelto a saber nada de él”, decía el concejal de seguridad, Ángel Borrás.
Desde entonces, han estado colgando carteles con su fotografía por la zona para tratar de dar con su paradero. Mantenían la esperanza de que alguien que no lo conociera lo pudiera identificar y dar alguna pista sobre donde se encontraba.
Con la colaboración de SosDesaparecidos, crearon una alerta con su descripción además de varias imágenes suyas. En ella se explica que Javier Mora mide 1,75 metros, que es de complexión fuerte y que suele llevar coleta. En el momento de su desaparición vestía pantalón de trabajo azul oscuro, camiseta oscura y zapatos marrones.
El coordinador de esta organización en Ciudad Real explicaba que la policía judicial trató su caso como una "fuga voluntaria". Este confirmaba que Javier tiene algunos problemas mentales y que “no es la primera vez que se ha ido”. Pero que nunca antes había estado tanto tiempo sin dar señales de vida.
Los vecinos y amigos del pueblo hicieron múltiples batidas buscando a Javier
El coche de Javier fue localizado en la casa de campo que comentábamos más arriba. Es por ese motivo que desde el pueblo no dudaron en hacer todo lo posible para localizarlo. En los días siguientes a su desaparición se llevaron a cabo batidas de hasta 100 personas que no fueron exitosas.
Pese a ello, su entorno se mantenía divido entre el temor por su estado y la esperanza de volver a verlo. Una buena de ello era su madre Cristina que le hacía un llamamiento en la televisión manchega. "Que todos están hechos polvo, la familia, esperándolo y todo el pueblo lo está buscando, que se venga, que se venga sin miedo", afirmaba.
Gente que lo conocía y trató de encontrarlo confirmaba que no era normal su desaparición: "No es algo común en él, estamos preocupados, esperando cualquier noticia". Y se mostraban desesperados por el hecho de que la búsqueda no daba resultados: "No sabemos ya ni donde buscar, ni que pensar, ni que puede estar pasando".