Malas noticias sobre la desaparición de Florina Gogos, la joven de 19 años que desapareció a principios de mes en Valencia. La Guardia Civil ha informado que su cuerpo ha sido hallado en una zona de marjal de la localidad de Albal, en la provincia de Valencia.
Fue el pasado sábado, 30 de enero, cuando un cazador halló un cuerpo sumergido en una acequia mientras realizaba su actividad, por lo que dio aviso a la Guardia Civil. Fuentes cercanas a la investigación confirmaron después que se trataba de Florina, que desapareció el pasado 8 de enero en la zona.
Según las mismas fuentes, todavía no se sabe cuánto tiempo llevaba el cuerpo allí o cómo fueron las circunstancias de su muerte, pero todo indica que el cuerpo podría haber estado en ese lugar durante varios días.
Tras el aviso del cazador que encontró el cuerpo, varias unidades de la Guardia Civil y del equipo de Subacuáticos de la Benemérita se trasladaron hasta el lugar y procedieron a recuperar el cuerpo, que fue trasladado después al Instituto Anatómico Forense para realizarle la autopsia y determinar las causas de su muerte.
Una compañera de piso denunció la desaparición
Los amigos y personas cercanas a Florina llevaban desde el pasado 8 de enero sin tener noticias de ella. Fue una compañera de piso quien denunció su desaparición después de quedar y que su amiga no se presentase.
Florina se dedicaba a la prostitución en la zona, lo que rápidamente desató los temores de sus allegados e hizo que alertaran a las autoridades. Por ese mismo motivo, la Guardia Civil no descartó ninguna posibilidad desde un inicio, desde la desaparición voluntaria hasta un posible crimen o un secuestro.
La joven trabajaba habitualmente en la autovía conocida popularmente como 'pista de la silla', que está cerca del término municipal de Albal, donde se ha encontrado finalmente su cuerpo.
Tras la denuncia de la desaparición, la Benemérita puso en marcha una investigación que hasta ahora no había dado resultados. Las autoridades investigaron también el último coche al que se subió Florina, ya que creían que podría estar implicado de alguna forma en su desaparición, aunque se desconocen más detalles sobre el caso.
La principal línea de investigación de la policía iba encaminada a descubrir si Florina había podido ser raptada o agredida, ya que lo último que se sabía es que se subió al coche de un desconocido, pero nunca volvió a su zona habitual de trabajo.
Todo esto ocurrió el viernes, 8 de enero. Esa misma noche, Florina había quedado con su amiga y compañera de piso, que también se dedica a la prostitución, alrededor de las diez de la noche, ya que pretendían volver juntas al piso que compartían. Pero Florina no se presentó, lo que desató los miedos de su amiga, quien decidió llamar a las autoridades.
Su compañera explicó que «ella no vino y me fui, muchas noches cogemos un taxi y otras nos lleva a casa algún cliente, creía que llegaría más tarde o me llamaría por teléfono, pero no lo hizo y empecé a preocuparme». Fue entonces cuando dio el aviso a las autoridades.
Según ha explicado, Florina siempre mostró preocupación por si algún cliente le causaba problemas, por lo que intentaba siempre memorizar las matrículas de los coches en los que se subía, algo que ella misma también hace.
Se da la circunstancia, además, que Florina había denunciado recientemente una agresión de alguien de su entorno, lo que desde el primer momento hizo que el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil se hiciese cargo de la investigación tras la denuncia de su desaparición.
Varios dispositivos de búsqueda intentaron dar con Florina en la zona donde había desaparecido, pero no se encontró nada que diese pistas sobre su paradero.