Lo han advertido algunos médicos forenses pero nadie les había hecho caso hasta ahora: las autopsias a fallecidos por Covid-19 pueden revelar información importante de cara a saber cómo actúa el nuevo Coronavirus y conseguir desarrollar un tratamiento efectivo. ¿Por qué después de más de 20.000 muertos no se han hecho autopsias clínicas?
En el documento «Procedimiento para el manejo de cadáveres de casos de Covid-19» emitido por el ministerio de Sanidad el 5 de marzo, la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) recomienda no realizar autopsias por riesgo biológico de contagio para los ejecutores de la mismas, lo cual aceleraría la propagación del virus.
Ahora, los médicos forenses ya tienen luz verde para empezar a hacer autopsias. La SEAP considera que ya se dan las condiciones para hacer un número de autopsias mínimo y está trabajando en la elaboración de un protocolo de actuación que tendrá en cuenta el perfil de paciente más adecuado para obtener el máximo de información posible.
Los forenses destacan el potencial de las autopsias para conocer por qué se produce la enfermedad y qué patología desencadena la infección, sobre todo en los pulmones, pero también en otros órganos como los riñones o el corazón.
Hasta ahora la SEAP advertía del riesgo de hacer autopsias a estos pacientes porque incluso en fallecidos puede haber virus vivos en los pulmones que puede infectar al facultativo, por ejemplo por medio de salpicaduras. El documento era una recomendación, no una prohibición, pero había otras razones que hacían imposible la realización de pruebas post mortem.
Una de ellas era la falta de equipos de protección individual (EPIs) y médicos especialistas (forenses y patólogos) que fueron reasignados a la atención de pacientes con Coronavirus. Pero sobre todo, la falta de salas de autopsia de alta seguridad, cinco en toda España, que durante la crisis se han utilizado para almacenar los cadáveres.
Se trata de las llamadas salas BSL-3, el segundo nivel de bioseguridad más importante, que están reservadas para fallecimientos a causa de enfermedades extremadamente contagiosas. En España, con la entrada masiva de cadáveres por la alta mortalidad, estas salas quedaron saturadas y era imposible realizar las autopsias con garantías.
Faltan salas de autopsias
En otras enfermedades contagiosas han muerto facultativos por realizar autopsias y en el caso del Coronavirus, además de ser muy contagioso, es un virus desconocido que puede contener una alta carga vírica. Además, dicen desde los servicios forenses, en los peores momentos de la crisis no era una prioridad.
Hasta ahora se habían realizado biopsias post mortem, que permiten obtener algo de información pero no sustituyen el examen minucioso de todo el organismo. La primera autopsia a un paciente de Covid-19 se realizó la semana pasada en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, y según la SEAP será la primera de muchas.
Para absorber el máximo de cadáveres posibles debe ampliarse la capacidad de las salas BSL-3, por lo que algunos hospitales están acondicionando sus salas de autopsias. Probablemente no pasen de un total de ocho en todo el país, lo que será un número aún insuficientes, y además la reforma no es sencilla, ya que hacen falta filtros especiales, una presión negativa y una ventilación adecuada.