Deportista, bombera y empresaria. La polifacética Emma Roca, pionera de las carreras de montaña en Cataluña, ha fallecido esta madrugada en su casa de Bellver de Cerdanya (Barcelona). La triatleta llevaba semanas hospitalizada por una enfermedad.
La noticia ha causado un gran impacto en el mundo del deporte, sobre todo en Cataluña. La secretaría de deportes ha expresado el duelo por la muerte de «un referente de los deportes de montaña». Emma era madre de tres hijos.
Desde el departamento catalán de deportes han destacado su figura «como practicante y como científica, vertiente en la que trabajó para mejorar los estilos de vida saludable». Su personalidad y su gran vitalidad habían trascendido el ámbito deportivo.
Bombera, bioquímica y madre de tres hijos
Nacida en Barcelona, Emma era una gran amante de la naturaleza y hacía años que vivía en Bellver, una pequeña localidad del pirineo catalán. Era funcionaria de los Bomberos de Cataluña, doctora en Bioquímica, madre de tres hijos y autora de tres libros.
La fallecida deja tres hijos, dos de ellos mellizos, de entre 12 y 14 años. Era una de las 40 mujeres funcionarias de los Bomberos de la Generalitat. Ella encabezó una campaña para promover la igualdad de género dentro del cuerpo.
En el año 2000 empezó su carrera como bombero profesional en la localidad barcelonesa de Sant Celoni. Después estuvo como voluntaria en agrupaciones forestales. Su vocación venía de adolescente, cuando se quemó un bosque cerca de su casa.
«Ahí empezaron mis ganas de querer ayudar como voluntaria», explicó en una entrevista a El Segre en febrero de 2020. En los veranos trabajaba de forestal, y el resto del año se sacaba la carrera de Bioquímica en la universidad.
Más tarde se presentó a las oposiciones para entrar de bombero. Su marido entró en la Unidad de Montaña de los Mossos de Esquadra. Hasta 2014 estuvo en el Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE), donde casi sufre un accidente mortal.
«Íbamos de rescate a la Val d’Aran y el helicóptero entró en pérdida, nos quedamos a medio metro del suelo», contó ella misma. Fue ese el momento en el que decidió ser «bombera normal» pensando en su familia: «no podía dejar a mi marido viudo con tres hijos pequeños».
Empresaria y deportista
Emma nació en Barcelona en 1972, y había destacado tanto en el ámbito del atletismo como en el empresarial. Había sido nombrada hace poco presidenta de la cooperativa de usuarios y trabajadores Incorpora’m (Incorpórame).
Desde esa plataforma fomentó la integración social y laboral en la comarca catalana de la Cerdaña. Hacía poco se había puesto al mando de un proyecto para producir escaramujo, un fruto silvestre considerado por los nutricionistas como un superalimento.
El ayuntamiento de Bellver de Cerdanya ha expresado su dolor a través de un comunicado: «La recordaremos colaborando con el pueblo, llevando a cabo proyectos, y como no, corriendo por los caminos y los senderos».
En cuanto a su faceta deportiva, destacó como participante de triatlones, duatlones, y otras competiciones extremas como ironmans y maratones. También hizo ultramaratones de montaña, y probó otras disciplinas como bici de montaña o raids de aventura.
Una de las grandes
Raid de aventura es una competición de varias disciplinas, desde atletismo a ciclismo y escalada. Mide la resistencia y la orientación de los participantes. Emma fue campeona del mundo en esta competición de obstáculos en la naturaleza.
La capacidad de superación y el talento de esta deportista le llevó a encabezar el equipo español de la FEDME de esquí de montaña. Participó en la Copa y el Campeonato del Mundo, y también en la Copa y el Campeonato de Europa.
En el ámbito catalán, la deportista integró el equipo autonómico de montaña y maratones en la Copa y el Campeonato de España, así como las máximas competiciones europeas. En el deporte catalán hay la sensación de haber perdido a una pionera y una de las grandes.