Elisa Barría sufrió el pasado sábado una tragedia que hundiría la vida de cualquiera, ya que cuatro de sus hijos murieron en el incendio de su casa. Pero esta mujer paraguaya de 36 años ha convertido su dolor en una fe inquebrantable. En plena desgracia ha afirmado que la pérdida de sus hijos tiene un propósito.
Elisa ve la tragedia como una prueba de Dios para llegar hasta otras personas. Su mensaje no ha tardado en difundirse y ha causado una gran sorpresa en la opinión pública. En las redes sociales hay de todo, desde gente que comparte sus palabras hasta personas indignadas con su actitud.
Y es que lejos de poner en cuestión el sentimiento religioso de esta mujer, el trágico suceso ha servido para reforzarlo. Está convencida de que hay una fuerza superior que ha decidido ponerla a prueba, y que solo la fe en Dios puede salvarla. Las autoridades locales se han dirigido a ella para mostrarle su apoyo.
El fuego arrasó con todo
La madrugada del pasado sábado se declaró un incendio en el sector nuevo del distrito de Buena Vista en Colón, Paraguay. Las llamas devoraron la casa en cuestión de minutos, ya que estaba construida con materiales precarios. La chabola se encontraba ubicada en uno de los barrios más humildes del lugar.
Los seis hijos del matrimonio se encontraban en casa durante el incendio, y cuatro de ellos acabaron muriendo. La madre sufrió graves quemaduras en las piernas, las manos y el rostro. Estos días, mientras preparan el funeral para los cuatro niños, la mujer se recupera en un hospital donde ha sido sometida a varias cirugías.
Era la segunda vez que se producía un incendio en la misma casa, pero esta vez el fuego arrasó con todo. Solo pudieron salvar a dos de los niños afectados, y la madre ha logrado también sobrevivir de forma milagrosa. Los menores fallecidos en el incendio tenían sólo entre 2 y 8 años.
El mensaje de Elisa
Es difícil imaginar una experiencia más dura para una madre que perder a cuatro hijos de golpe. Pero Elsa Barría de Bonilla ha sorprendido a todos con la lección que ha querido transmitir al mundo tras el incendio. “En medio de mi prueba, alabo el nombre de Jehová”, ha dicho la mujer a su entorno más cercano.
Aún en el hospital, con vendajes en las manos y en el rostro, la mujer se ha dirigido a sus allegados para dar un mensaje. “Yo sé que esto nos está pasando porque Dios tiene un propósito”, afirmó ante la sorpresa de todos. Según dijo, “es la forma con la que quiere tratar a otras personas a través de nosotros”.
Las personas que han podido tratar con ella estos días aseguran que esta fe inquebrantable le está permitiendo digerir lo ocurrido. La mujer se muestra serena y tranquila mientras pronuncia estas palabras, porque está plenamente convencida de ello. De hecho, cree que se trata de la trampa de un enemigo.
La tragedia que hay detrás
La madre de los niños fallecidos dice que “el enemigo ha querido avergonzarnos para que blasfememos contra Dios, pero esto no sucederá”. Se consuela pensando que las vidas de los menores han sido arrebatadas por un fin superior. Ante esta situación, asegura que mantendrá su fe más firme que nunca.
Pero detrás de esta triste historia hay una realidad más profunda, la de la precariedad de los barrios como el de Elisa. Antes del suceso, el padre de los niños solicitó ayuda a las instituciones para conseguir una vivienda digna para su familia. Se reunió con los responsables de vivienda, pero sin éxito.
Daniel no recibió ninguna solución efectiva a su problema y salió resignado de la reunión. Poco después se declaró el incendio que no solo arrasó con la casa sino que también se llevó a cuatro niños pequeños. Tras lo ocurrido, las autoridades se acercaron para interesarse por su problema.