Se han cumplido ocho años de la desaparición de Elías Carrera, un hombre de 61 años que trabajaba como taxista en Ourense. Su caso está lleno de incertidumbre y misterio, y a día de hoy no hay ninguna pista que arroje luz sobre su paradero.
Horas antes de su desaparición, quedó con sus dos hijas para comer. Ninguna notó nada extraño en el comportamiento de su padre y jamás imaginaron que esa sería la última vez que hablarían con él.
Elías se desvaneció en cuestión de horas dejando a toda la familia consternada. En su búsqueda participaron la Interpol y la Europol, pero ninguna investigación logró dar con el taxista. Actualmente tendría 69 años.
La misteriosa desaparición de Elías Carrera
Era un 18 de julio de 2013 cuando se perdió la pista de Elías en la estación de ferrocarril de Vigo. Allí quedó el coche que había alquilado para desplazarse hasta la estación tras comunicarle a sus hijas que iba a viajar a la capital viguesa.
Horas antes de emprender ese viaje, Elías quedó para comer con sus dos hijas. Durante la comida, les informó sobre su intención de viajar desde el municipio de As Burgas hasta Vigo con un coche alquilado.
Tal y como explicó su hija, comieron "como siempre, sin nada que diera pie a pensar que iba a hacer lo que hizo". Al ver que no recibían noticias suyas, la familia comenzó a preocuparse y dio aviso a la Policía.
Comenzó una búsqueda que no dio ningún tipo de resultado y que a día de hoy es todo un misterio. Elías se marchó sin documentación, teléfono móvil ni tarjetas bancarias. Solo llevaba la tarjeta sanitaria y un poco de dinero en efectivo.
No viajó en tren ni en ningún tipo de transporte ni en Galicia ni en el resto de España. En ocho años que lleva desaparecido, no ha habido ningún movimiento en sus cuentas bancarias. Tampoco hay rastro de que hubiera usado su tarjeta sanitaria para ser atendido de urgencias en algún centro sanitario.
Nada hacía pensar que desaparecería sin dejar rastro
La Policía Local y Nacional participaron en la búsqueda de Elías así como la Europol y la Interpol. La investigación se centró en el norte de España y en la vecina Portugal, pero no hubo rastro de Carrera.
Desesperada, la familia también contrató los servicios de un detective privado que tampoco logró averiguar nada. Algunas fuentes aseguran que pudo tratarse de una "desaparición voluntaria", pero llama la atención que se fuera con lo puesto.
Su hija Sandra contó que había notado a su padre "más triste de lo normal" días antes de su desaparición. Pero, Merchi, mujer de Elías aclaró que "no le pasaba nada grave como para marcharse sin más, sin dar explicaciones".
También afirmó que la relación familiar era "estupenda" y que tampoco tenían problemas de dinero. "No había deudas pendientes", contó Merchi.
"Solo queremos saber si está bien"
Durante estos ocho años, la familia ha empapelado calles con la foto de Elías por si alguien le reconoce. Sin embargo, Sandra ya vaticinó que sería complicado, ya que su padre tiene "rasgos comunes y no llamaría la atención".
En ocasiones recibieron información sobre personas que creían haber visto al taxista en Santiago de Compostela y hasta en Portugal. Sin embargo ninguno de estos rumores dieron resultados.
"Llegaron pistas que nos brindaba gente con muy buena fe", señalaba su hija. No obstante, no siempre fue así, "también sufrimos intentos de extorsión", lamenta Sandra.
El móvil de Elías sigue en poder de la familia y cada día procuran cargarlo por si le da por llamar. Animan a la gente a que avisen a la Policía si lo ven, así mismo, su hija aprovecha para mandarle un mensaje a su padre.
"Si nos está viendo, que no se preocupe por nada; que lo estamos esperando". "Solo queremos saber si está bien para terminar con esta pesadilla", dice Sandra.