Este fin de semana se ha conocido la trágica muerte de un niño de 5 años por coronavirus en España. Eiden tenía patologías previas y perdió la batalla contra la enfermedad tras contagiarse en una celebración familiar en Nochevieja. Su familia rompe el silencio para relatar su caso y pedir máxima precaución.
Eiden murió a la una de la madrugada del pasado sábado en el Hospital Virgen de la Arrixaca, en Murcia. Es el primer niño fallecido por covid en esa comunidad autónoma. Su muerte acontece en pleno pico de la sexta ola, que ha dejado centenares de miles de contagiados en nuestro país.
La víctima del coronavirus más joven de la Región de Murcia era un niño muy especial que no podía andar ni hablar. Sin embargo, se movía al ritmo de la música con un encanto irresistible y se comunicaba con su entorno con una gran vitalidad. Su fallecimiento ha dejado un gran vacío entre los suyos.
No podía andar ni hablar
En declaraciones a El Español, su madre Mari Carmen explica que Eiden “no podía andar ni hablar, pero con una sola mirada lo expresaba todo”. Tras conocerse la trágica noticia, la familia Navarro García no ha dejado de recibir mensajes de apoyo. Mari Carmen se muestra “muy agradecida por todas las muestras de cariño”.
La aparición de la pandemia supuso un gran desafío para Eiden, que tenía el sistema inmunológico especialmente débil. Sus padres Maria Carmen y Francisco Manuel tomaron todas las precauciones para evitar que el pequeño de sus dos niños se contagiara. “Estos dos años han sido un infierno”.
Aun así ha sucedido, y por eso piden a todos los españoles máxima prudencia: “No hay que tomarse a broma la pandemia, nosotros teníamos mucho cuidado y mira lo que ha pasado”. La sexta ola está en plena ebullición, y en España se registran más de 100.000 casos diarios que nos recuerdan que la pandemia sigue viva.
Un niño muy especial
Eiden padecía el síndrome de duplicación MECP2, un trastorno neurológico que afectaba a su desarrollo cerebral y le producía problemas en el hablar y el movimiento. Además, el pequeño era asmático. Más allá de su situación, “era un niño muy especial y muy querido por todos los que le conocían”.
Aunque no podía hablar ni andar, expresaba sus emociones con miradas llenas de ternura y gestos cargados de sentido. Aunque tenía problemas de movilidad, era feliz saltando sobre la colchoneta de rodillas o gateando hasta la habitación de su hermano mayor. También le gustaba mucho bañarse en la playa de las Delicias, en Águilas.
Sus patologías crónicas le hacían vulnerable al coronavirus, y por esto apenas le sacaban de casa. Sus únicas salidas eran para ir al logopeda y al fisioterapeuta: “Le llevábamos dos días a la semana al colegio y a las citas médicas”. A veces iban al parque y otros espacios abiertos donde era fácil mantener la distancia social.
Se contagiaron en una celebración navideña
Sin embargo, no han podido evitar que el niño fuera presa de esta sexta ola desbocada en España. Se ha contagiado como la mayoría de españoles estos días, en las reuniones familiares navideñas. Unos familiares con los que habían estado en Nochevieja dieron positivo y entonces decidieron hacerse la prueba.
“Hemos hecho las reuniones familiares justas en Navidad”, se lamenta Mari Carmen. Pero ella, su pareja y el pequeño Eiden dieron positivo, y los acontecimientos se sucedieron muy rápido. “Es muy injusto”, se queja la mujer, después de pasar dos años de casa al trabajo y saliendo solo para ir al médico o a comprar.
La tarde del 6 de enero, el pequeño se puso muy mal y empezó a tener taquicardias y problemas de respiración. Fue trasladado en ambulancia al hospital, donde ingresó con mal pronóstico: “Presentaba pésimos niveles de saturación de oxígeno en sangre”. Finalmente fue llevado a la UCI del Virgen de la Arrixaca, en Murcia.
Su situación era crítica
Mari Carmen no se separó de su hijo día y noche, mientras los médicos hacían todo lo posible para salvarle la vida. Ahora solo tiene palabras de agradecimiento para ellos: “Han tratado de hacer todo lo posible por el niño”. Sin embargo, la situación era muy delicada y la suma de patologías previas llevó al desenlace fatal.
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“Primero le pusieron oxígeno, y al ver que no mejoraba lo intubaron”. Día a día la situación iba empeorando hasta que la madrugada del 15 de enero dejó de respirar. Los primeros en mostrar su consternación fueron los miembros de la Asociación Cultural Recreativa de Águilas: “Hoy para nosotros es un día triste”.
Las redes sociales se inundaron de mensajes y asociaciones como la Cruz Roja tuvieron un recuerdo para Eiden. Mari Carmen y Francisco Manuel, desolados, agradecen todas las muestras de apoyo. “No le deseo a nadie el dolor que siento ahora, estoy rota”, concluye la madre llena de dolor.