Ha dejado de ser un rumor a voces. Después de mucho tiempo de especulación, la vacunación infantil contra el coronavirus es un hecho. Salud Pública ha dado luz verde para la inmunización de este colectivo de edad.
Sin embargo, esta vacuna puede conllevar algunas consecuencias. Las familias temen por los efectos secundarios que pueden sufrir los más pequeños de casa.
¡Menos mal!
El próximo miércoles 15 de diciembre arrancará el proceso de vacunación infantil contra el coronavirus a los niños de entre 5 y 11 años. Cabe destacar que era una medida muy necesaria para la situación sanitaria, ya que esta franja de edad era la que más contagios estaba sufriendo.
Es por eso que colegios, vacunódromos, centros de salud y hospitales darán comienzo a la administración de la primera dosis de Pfizer.
Vacuna especial para ellos
Este proceso se llevará a cabo en viales diferentes a los utilizados para la franja de edad adulta. La fórmula para niños no requiere de disolución y recibirán un tercio de la dosis administrada a la población diana.
Otra de las diferencias es que las dos dosis no tendrán un margen de tiempo de 21 días, sino de 8 semanas. La Comisión considera que hacerlo así ayudará a incrementar la respuesta inmunitaria de este colectivo, y también contribuirá a la vacunación de todos los menores con una dosis en menos tiempo.
¿Qué será de los niños?
No obstante, la noticia de la vacunación de esta franja de edad no ha sido bien recibida en todos los hogares. No son pocos los padres que han mostrado su preocupación sobre la vacuna contra el coronavirus a sus hijos. Es por eso que se ha abierto una especie de debate para averiguar si realmente es necesario inmunizar o no a los más pequeños.
Las autoridades sanitarias, como era de esperar, han considerado clave la vacunación de los niños en la actualidad. Ellos son el grupo de edad que presenta más contagios en todo el país, y su vacunación podría ser muy relevante para frenar la expansión del coronavirus en España.
La Comisión ha asegurado que la administración de la vacuna a la población infantil disminuiría la carga de enfermedad en este colectivo. Además, ayudará a evitar la transmisión del coronavirus, ya sea en el entorno familiar como en los centros educativos y en la comunidad.
Por otro lado, la vacuna les hará de armadura para protegerlos "no solo de la enfermedad en su faceta aguda, sino también de posibles futuras infecciones frente al síndrome del virus".
Siempre se nos adelantan
Un ejemplo claro para conocer la eficacia de la vacunación infantil lo podemos ver en Estados Unidos. Allí empezaron hace más de un mes a vacunar con Pfizer a los mejores de 12 años, después de que la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos diera su consentimiento.
Después de las pruebas, los datos indicaron que la vacuna contra el coronavirus tuvo un 90,7% de efectividad en este colectivo. 4.600 participantes de 5 a 11 años participaron en el estudio.
Sin embargo, hubo una serie de casos que sufrieron efectos secundarios. Dolor en el lugar de la inyección, enrojecimiento e hinchazón del brazo, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, fiebre, disminución del apetito y náuseas fueron los más comunes.
Les duelen más las segundas
La mayoría de niños notificaron que sufrieron más efectos secundarios después de la segunda dosis que posteriormente de la primera. Presentaros síntomas de gravedad leve y durante los dos días siguientes a la vacunación contra el coronavirus.
Otro caso es el de la miocarditis. Es por ello que realizaron un estudio que concluyó que los beneficios de la vacuna superan los riesgos de miocarditis en menores de entre 5 y 11 años.
De todos modos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomienda una preparación previa a la vacuna. Como si de una guerra se tratase.