España hace escasamente unos días que ha empezado a poner la tercera dosis de la vacuna. En un principio, el ministerio de Sanidad era reticente a ponerla, salvo a colectivos de gran riesgo. Finalmente, la semana pasada ampliaba la población que se la puede poner, entre ellos los ancianos de residencias.
Ahora mismo, no es descartable que incluso se pueda extender a más gente en los próximos meses, sobre todo viendo como empiezan a caducar algunas dosis. No sería el primer país en hacerlo. En Israel o Estados Unidos ya la están poniendo en toda la población mayor de 65 años y no solo a la especialmente vulnerable.
Viendo que la tercera dosis generalizada está relativamente cerca, una de las preguntas que surgen es como afectará a los vacunados. Y es que ya sabemos que con la primera o la segunda dosis, cada persona ha reaccionado de manera muy diferente. También depende de como es cada persona y del tipo de vacuna que haya recibido.
Pero, para que las diferentes autoridades sanitarias les aprueben la tercera dosis, las diferentes farmacéuticas tienen que presentar un estudio. En él tienen que detallar los diferentes efectos secundarios que puede provocar esta dosis de refuerzo. Y eso es lo que ha hecho Pfizer, que ha publicado el informe que presentó ante La Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos, FDA.
Los efectos secundarios que aparecen con la tercera dosis
La farmacéutica americana confirma en él todo lo que puede generar la aplicación de su tercera dosis. Lo ha hecho tras realizar un estudio similar a los que hizo para que se le aprobará su vacuna hace unos meses. Y las informaciones que pudo recoger Pfizer son realmente positivos.
Las conclusiones a las que llegaron tras hacer un análisis entre diferentes extractos de la población es que los efectos secundarios serán similares a los de la segunda dosis. Los últimos datos que barajan es que además estos podrían ser más importantes entre la población joven.
Pfizer ha realizado ya un estudio de fase tres entre 300 personas de entre 18 y 55 años que recibieron una tercera dosis de su vacuna. Con él han conseguido ya unos resultados que demuestran los efectos secundarios que provoca la dosis de refuerzo.
Los efectos más comunes entre estas personas fue la fatiga que tuvo el 63,7%. Después de recibir sus dosis de refuerzo, el 48,4% también tuvo dolores de cabeza y el 39,1% sintió en algún momento dolor muscular.
Como decíamos son cifras similares a las encontradas entre un estudio a 2.682 personas tras la segunda dosis. De estas, el 61,5% tuvo fatiga, el 54% sufrió dolores de cabeza y el 39,3% comunicó dolores musculares. Además, parece confirmaron que la mayoría de reacciones fueron de carácter más bien moderado o leve, siendo muy pocas las graves.
El estudio también ha querido comprobar si ha aparecido algún efecto secundario que no tuvieran previsto inicialmente. De las 306 personas estudiadas, al menos 44 tuvo una reacción inesperada. La más común, la inflamación de los ganglios linfáticos que tuvieron 16 personas.
Los efectos secundarios que no aparecerían con la tercera dosis
Pero el estudio también sirvió para poder descartar algunos otros síntomas tras la vacuna. No se detectaron casos de anafilaxia, hipersensibilidad, parálisis de Bell, apendicitis, miocarditis o pericarditis. Tampoco ningún efecto adverso que no diera con las otras dosis.
El estudio sirvió también para indicar que el 29,1% de los participantes tuvo escalofríos y el 25,3% sintió dolor en las articulaciones. Curiosamente, las personas que tuvieron fiebre se ha reducido casi a la mitad. Un 8,7% de los que recibieron la tercera dosis reportaron febrícula por el 16,4% tras la segunda de las dosis recibidas.