Llevamos más de medio año conviviendo con el Covid-19 y los científicos no han dejado de estudiar el comportamiento que el virus tiene tanto en el ambiente como los efectos que produce dentro de nuestro organismo. Atrás queda la hipótesis de que se trataba de una «especie de gripe» y parece que el coronavirus va enseñando su verdadera cara.
Mientras que los investigadores siguen en la carrera para encontrar una vacuna, otros estudian con detenimiento cómo afecta la enfermedad a nuestro cuerpo. El último estudio ha corrido a cargo de la Universidad de Columbia (Nueva York) donde se ha llegado a la conclusión de que el Covid-19 puede dejar secuelas en los órganos más esenciales de nuestro organismo de forma irremediable.
En un primer momento, el daño que provocaba en los pulmones era el más evidente. La neumonía era uno de los primeros síntomas, pero ahora se ha sabido que el virus puede provocar coágulos y lesiones permanentes que acabarían derivando en una fibrosis. El aparato respiratorio no sería el único que quedaría afectado por la infección, ya que el estudio revela cómo afecta a otros órganos.
La Universidad de Columbia sostiene que los riñones podrían perder sangre y con ello las proteínas que necesita para su correcto funcionamiento. Los diabéticos deben extremar la precaución frente al virus, ya que este puede afectar al hígado y páncreas, encargados de producir la insulina necesaria en nuestro organismo.
Algunos pacientes han mostrado síntomas gastrointestinales, y es que el Covid-19 también tiene efectos sobre los intestinos provocando vómitos y diarreas. La enfermedad puede cambiar el ritmo corriente del corazón y afectar a la coagulación y oxigenación de la sangre. Tampoco el cerebro escapa al virus. Las personas infectadas pueden experimentar dolores de cabeza, mareos, confusión o cambios bruscos de comportamiento.
El síntoma más visible de que hemos contraído la enfermedad se produce en la piel. El Covid-19 puede provocar erupciones, inflamaciones o moratones en los dedos de los pies. Una vez que el virus irrumpe en nuestro organismo, el sistema inmunitario responde con una inflamación para combatir la enfermedad que puede terminar ocasionando la muerte.
El hecho de que el virus no siempre se comporte de la misma forma, complica las cosas para lograr ponerle cerco. Sin embargo, poco a poco se van conociendo más detalles sobre su naturaleza que ayudan a su diagnóstico y a saber qué pasos dar para conseguir un tratamiento eficaz.