Dos niñas con mochila y de espalda dirigiéndose al colegio

Las nuevas medidas Covid para el próximo curso escolar en España

Educación apuesta por mantener la mayoría de medidas, pero quiere reducir la distancia interpersonal para aumentar la presencialidad

El Ministerio de Educación, siguiendo las indicaciones sanitarias del Ministerio de Sanidad, se reunirá este jueves con los representantes educativos de las comunidades autónomas para empezar a plantear cómo será el curso escolar 2021-2022, ahora que el curso actual está ya en su tramo final y con la vacunación contra la Covid-19 avanzando en nuestro país.

Según han avanzado distintos medios, y a falta de conocer el acuerdo final al que lleguen las distintas administraciones, el Ministerio de Educación propondrá a las comunidades que el curso que viene se recupere la presencialidad total en las aulas y se deje de lado la semipresencialidad que ha caracterizado las clases durante los últimos 9 meses. 

Además, Educación pretende que se mantengan los grupos burbuja, es decir, que los alumnos de unas clases no entren en contacto con los de otras clases para evitar que un posible caso positivo de Covid-19 en un aula se acabe convirtiendo en un brote en todo el colegio. 

También propone que los alumnos que tengan más de seis años sigan llevando la mascarilla en todo momento y de forma obligatoria en el recinto escolar, pero plantea una diferencia respecto con la distancia de seguridad.

Educación quiere que el próximo curso se reduzca la distancia a un mínimo exigible de 1,2 metros, para facilitar que más niños quepan en las aulas y así se pueda cumplir el primer punto, el de volver a la presencialidad de las clases en todas las etapas educativas, incluyendo las superiores, que hasta ahora se habían visto más lastradas en este aspecto. Esto haría que se pase de los 1,5 metros de distancia obligatoria hasta ahora hasta los 1,2 metros.

Así, siguiendo la tónica de este curso, todas las instalaciones educativas, incluidas las aulas, el comedor o las instalaciones deportivas, deberán ventilarse de forma constante y como mínimo al inicio y final de cada jornada y entre clases. 

Las salidas de los centros escolares seguirán siendo escalonadas para evitar aglomeraciones en las puertas, mientras que se limitarán los encuentros entre alumnos fuera de su burbuja de convivencia en los pasillos y en el recreo. 

El contacto entre las familias y los centros educativos también deberá evitarse de forma física, quedando las formas telemáticas —internet, teléfono o correo electrónico esencialmente— como las principales vías de comunicación entre las escuelas y los padres y madres de los menores. 

Un protocolo efectivo y admirado internacionalmente

El documento preparado por el ministerio, titulado 'Propuesta de medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a la Covid-19 para centros educativos en el curso 2021-2022', pone de manifiesto que las medidas que se han implementado este curso en los centros escolares españoles han sido útiles y efectivas, permitiendo que las escuelas hayan estado abiertas ininterrumpidamente desde que se inició el curso en septiembre, con el único retraso en la vuelta al cole tras las vacaciones de Navidad de unos días, y como medida de prevención, ante el aumento de la tercera ola. 

De hecho, el documento destaca que estas medidas son un ejemplo en el ámbito internacional, y solamente hay que recordar que otros países europeos sí que han tenido que suspender sus clases de forma temporal ante los envites de la Covid-19

Todas estas medidas nuevas demuestran, una vez más, que la pandemia todavía está lejos de desaparecer en nuestro país, ya que se plantean medidas que deberán aplicarse en el ámbito educativo como mínimo un año más. 

En este sentido, el hecho de que la vacunación todavía no haya empezado con los menores, y de hecho ni siquiera se ha planteado todavía, hace que Educación y Sanidad crean que hay que mantener un mayor nivel de protección para los menores.

Cabe recordar que de momento no se ha aprobado ninguna vacuna para los menores de 16 años, y que la población adulta podría llegar al mes de septiembre con unos porcentajes muy elevados de inmunidad colectiva, superior al 70% si se cumplen los plazos de Sanidad.

Esto significa que cuando empiece el próximo curso escolar, los menores serán de los pocos colectivos que queden por vacunar, y aunque sean uno de los grupos menos proclives a sufrir casos graves de Covid-19, la posibilidad sigue estando ahí, por lo que la intención de las autoridades es evitar que los colegios y escuelas se conviertan en los nuevos focos de transmisión, precisamente cuando durante este año han sido uno de los espacios más seguros gracias a los protocolos que se han seguido. 

Además de todo esto, las distintas variantes del Covid-19 que van apareciendo en el mundo y la posibilidad de que alguna de ellas se acabe escapando a los efectos de la vacuna hace que sea necesario mantener medidas de prevención para evitar que la pandemia se complique, especialmente cuando hay muchos países que todavía tienen niveles de inmunización muy bajos.