Sigue la búsqueda sin descanso de Antonio David Barroso, el menor discapacitado desaparecido en Talavera de la Reina (Toledo) hace seis días. Solo su madre Macarena sabe donde está, pero esta sufre un trastorno mental que le impide aportar datos coherentes. La mujer ya ha cambiado cuatro veces de versión, y la policía se enfrenta a uno de las desapariciones más difíciles.
La madre afirmó en un primer momento que había matado al menor, un niño de 15 años con una discapacidad severa. Desde entonces ha ofrecido cuatro versiones distintas sobre la muerte de su hijo. La mujer está aquejada de un trastorno bipolar y sufre fuertes brotes psicóticos.
La policía ha decidido finalmente no hacer caso de la versión de la madre y guiarse por las pruebas que va recabando. Antonio David no puede caminar, hablar, oír ni comer solo. Los investigadores lo buscan a contrarreloj, pero las esperanzas de encontrarle con vida son cada vez menores.
Macarena y su hijo emprendieron un viaje después de una discusión familiar, pero el niño desapareció a medio camino. Los únicos detalles en los que coincide la madre del menor desaparecido es que está muerto y que lo arrojó a un contenedor. A partir de aquí, la mujer ha ido quitando y añadiendo matices que entorpecen la investigación.
Versión 1: 'Lo he matado y lo he tirado a un contenedor'
Macarena, de 38 años y auxiliar de enfermería en el hospital de San Juan de Dios de Sevilla, siempre fue considerada una madre ejemplar. Sobre ella recae el cuidado del menor discapacitado y de otra hija de 19 años fruto del matrimonio con su exmarido. Se separaron en 2007, y han seguido manteniendo una relación cordial.
De hecho, el matrimonio tiene otra hija de 5 años cuya custodia recae en el padre. Macarena estuvo ingresada por problemas psiquiátricos no hace mucho, en los hospitales Valme de Servilla y Puerto Real de Cádiz. El padre de los niños era conocedor de la situación, pero aun así mantuvo el reparto de las custodias.
El pasado 12 de septiembre, la empleada de una gasolinera de Segovia vio a Macarena caminando desorientada por la autovía de Burgos y llamó a la policía. "He matado a mi hijo y lo he arrojado en unos contenedores a la salida de Madrid, junto a un edificio blanco y rojo abandonado. Esta es la primera versión que dio.
Al inspeccionar en el edificio junto al centro comercial Xanadú de Arroyomolinos, la policía no encontró ni al niño ni la silla de ruedas. Era el inicio de un caso que los investigadores ya intuyeron que no sería fácil.
Versión 2: 'Lo he cortado a trozos'
En el segundo interrogatorio, Macarena cambió su relato y aseguró que primero había matado al niño y luego lo había descuartizado. Según esta nueva versión, había tirado los restos no en uno, sino en varios contenedores. La policía sospechó de esta versión desde un primer momento, porque no había rastros de sangre ni signos de violencia en el coche.
La policía ha inspeccionado el coche de Macarena, su casa de Morón (Sevilla) y la habitación del hotel donde pasaron cuatro horas el día de la desaparición. Pero ninguna de estas pesquisas han logrado sacar nada en claro. En las ropas de la mujer tampoco había trazas de sangre, por lo cual descartan que hubiera una muerte violenta.
Versión 3: 'No lo he matado, se murió'
Más avanzada la investigación, Macarena cambió su versión y contó a los agentes que no lo había matado sino que había fallecido. Dio más detalles, asegurando que el niño había muerto durante el viaje de Sevilla a Madrid por la Ruta de la Plata que une Sevilla con Badajoz. Desde allí fue a Talavera de la Reina, unas cinco horas en coche durante las cuales, según dice, el niño murió.
En esos momentos, la madre del menor desaparecido se encontraba en otro estado mental y aseguro haber recordado lo sucedido. Según esta nueva versión, no mató al niño sino que murió durante el viaje y al llegar a Madrid lo tiró al contenedor indicado. Pero en ese contenedor de Arroyomolinos ya habían buscado y no había rastro del niño, así que una vez más la madre mentía.
Versión 4: 'Tenía fiebre y echaba espuma por la boca'
En la cuarta y última versión que ofreció a la policía, Macarena aseguró que Antonio David padecía fiebres fuertes desde hacía varios días. Dice que no lo llevó al médico y que decidió entonces viajar a Galicia. Según este relato ofrecido desde el psiquiátrico de Segovia, cambió las cerraduras de casa, se deshizo de casi todos los muebles y tiró el móvil en un contenedor de Morón.
La madre asegura que el niño murió en casa y que el domingo 12, a media tarde, lo subió al coche rumbo a Talavera de la Reina (Toledo). Allí llegó sobre las 20:30 horas, y entró con el niño muerto en la habitación de un hotel. Cuatro horas después salió, entregó las llaves en recepción y se marchó. Las cámaras de Tráfico captaron al coche saliendo de la ciudad, pero no se ve si el niño está dentro.
La principal hipótesis de la policía
Los investigadores encontraron ayer el teléfono móvil de Macarena en el contenedor y están analizando su interior por si pudiera dar alguna pista. Tampoco creen la última versión de Macarena, y se inclinan por pensar que el niño murió entre que salieron de Talavera de la Reina y pararon a repostar en Segovia. Pasaron diez horas, un tiempo demasiado largo para los 200 kilómetros que separan ambas poblaciones.
Lo que pasó en ese lapso de diez horas sigue siendo un gran misterio, pero están seguros de que ahí está la clave de ese caso tan complejo. Todo empezó hace un mes, cuando Macarena discutió fuertemente con su hija y la echó de casa de malas formas. Su hermana ha pedido ayuda a todos para encontrar a su hermano, "un niño muy especial y querido por todos".