La muerte de Drayke Hardman con sólo 12 años vuelve a poner en evidencia el drama del acoso escolar. Su caso se ha hecho viral gracias al sorprendente gesto de su madre después de que el chico se quitara la vida. Samie colgó la foto de su hijo ya fallecido para concienciar sobre la dureza del bullying.
La foto va acompañada de un texto en el que la madre, devastada por la pérdida de su hijo, reflexiona sobre esta problemática. “Un enemigo silencioso y muchas veces mortal”, así es como define el acoso infantil, y recuerda que su niño “sólo tenía 12 años”. En las últimas horas, la publicación ha corrido como la pólvora.
Gracias a este gesto, el debate sobre el bullying ha vuelto al primer plano de la actualidad. Luego se ha sabido que Drayke sufrió el acoso físico y verbal durante un año en silencio, hasta que tomó la dramática decisión. Su caso se produce sólo unos días después de otro suicidio infantil, el de Klos Mueller.
El calvario de Drayke
Según desvela el Daily Mirror, Drayke Hardman sufrió malos tratos físicos y psicológicos por parte de un compañero de escuela. El chico padeció esta situación durante un año sin decir nada a sus padres para no molestarlos. En una ocasión llegó con un moretón en el ojo, pero mintió para no desvelar su situación.
El miércoles pasado, sus dos hermanas mayores lo encontraron tirado en el suelo de su habitación. Aunque lo llevaron rápidamente a un hospital cercano, no pudieron hacer nada para salvarle la vida y murió al día siguiente. Una vez ya fallecido, se hicieron unas fotos con él en la sala del hospital.
En las fotos publicadas para concienciar sobre el problema se ve a Andy y a Samie, padres del chico, y a sus hermanas, abrazados al cadáver. La familia ha transmitido que están devastados por la pérdida de alguien tan especial. “Enfadado, duro y roto”, publicó su padre junto a una foto del niño.
El mensaje de su madre
“Este es el resultado de la intimidación, mi niño guapo estaba peleando una batalla que ni siquiera yo podía salvarlo”, ha escrito su madre. Lo ha hecho en redes sociales junto a una imagen de ella besando a su hijo ya muerto. “No hay nada absolutamente que puedas hacer como padre para quitar este profundo dolor”, añade.
La madre de Drayke se pregunta “cómo un niño de 12 años que fue amado ferozmente por todos piensa que la vida es tan difícil que necesita alejarse de ella”. Asegura que su corazón está “destrozado” y que no sabe “si alguna vez podré arreglarlo”. Dice que pasará “cada minuto enseñando la bondad en memoria de mi mejor amigo”.
Su publicación cuenta con más de dos millones de ‘me gusta’ en Instagram como muestra del apoyo de los usuarios. Otras familias que han pasado por lo mismo han mostrado su solidaridad con la familia de Drayke. Samie Hardman ha aprovechado para anunciar el funeral de su hijo, el próximo viernes por la tarde.
Ese día no fue a entrenar
Drayke, el menor que se ha quitado la vida tras un largo sufrimiento en silencio, era un gran aficionado del equipo de baloncesto Utah Jazz. Sus padres le recuerdan como “un niño con el corazón de oro y que soñaba a lo grande”. Su sueño era jugar algún día en la NBA, y no se perdía un solo partido.
El chico jugaba en el equipo de su colegio, pero el día que se quitó la vida dijo a sus padres que no quería quedarse en el entreno. Dijo que estaba cansado y que quería irse a casa a descansar, lo cual no levantó ninguna sospecha. Al llegar a casa se colgó del cuello, y fue encontrado horas más tarde.
Las autoridades locales y educativas reaccionaron ante el suceso prometiendo un mayor compromiso en la lucha contra el problema. El caso se ha hecho viral y ha atraído la atención de organizaciones de todo el mundo. Piden a los gobiernos una actuación más decidida para acabar con el acoso escolar.