La situación epidemiológica en Cataluña sigue siendo límite. La multiplicación de los brotes en pocos días y la dificultad de detectar el origen y hacer rastreos ha llevado al descontrol. Las autoridades extreman las medidas, con el confinamiento y nuevas medidas de prevención, pero el problema está en la raíz y así lo denuncian los que están en primera línea.
Es el caso del jefe de Epidemiología del Hospital Clínica, Antoni Trilla, que ha constatado con preocupación que se está perdiendo la trazabilidad en El Segriá. El aumento de los brotes en esta zona ha obligado a cerrar la comarca con más de 200.000 personas.
En declaraciones a una emisora catalana, este doctor ha avisado que «falta reforzar, y mucho, la vigilancia epidemiológica». En su opinión, estos días se ha puesto de manifiesto que «la primera vez que se tiene que probar la bondad de este sistema de detección y seguimiento nos hemos quedado cortos o algo no ha ido bien».
Según el doctor Trilla, el número de casos ha ultrapasado la capacidad de seguimiento por carencia de recursos y por la complejidad inherente de estos casos. Otro expertos ya se han pronunciado sobre la dificultad que entraña encontrar el origen y hacer un rastreo en este caso, ya que los temporeros temen perder su trabajo del que depende su jornal.
El doctor ha comparado esta situación con la de Barcelona, donde los positivos crecen pero con una proporción relativamente pequeña. En El Segriá hay contagio comunitario, ha dicho Trilla, pero mientras se puede trazar se puede tener una ligera idea de lo que está pasando.
Por eso lo tiene claro: «Cuando se pierde la pista aquí las cosas se pueden complicar, y creo que en parte es un poco lo que está sucediendo en la comarca». También ha avisado que sería muy decepcionante que se produjera una segunda oleada durante el verano, cuando aún Catalunya no ha salido de la primera fase.
Diagnosticar los nuevos casos
Aunque en Barcelona la situación sea mejor, Trilla también ha criticado la falta de buenos datos que sean fáciles de interpretar, bien acotados. En su opinión, ha habido una superposición de dos tipos de resultados: la cifras PCR positivas mezcladas con pruebas serológicas, que corresponden a casos antiguos.
A pesar de este lío, asegura que los positivos actuales han aumentado con una proporción relativamente pequeña. Y ha contrastado esta ligera subida, asumible en estos momentos, con la situación preocupante de El Segriá, fuera de todo control.
Trilla ha destacado que era de esperar un aumento de casos con la llamada nueva normalidad, así como los que corresponden a algunos que no lo hacen todo lo bien que tocaría. «Si todos estos casos se pueden diagnosticar y seguir, igual tenemos suerte y lo vamos controlando», ha concluido.