Expectación máxima en Andalucía por la posible presencia de una pantera negra en Ventas de Huelma, Granada, un pequeño municipio de apenas 600 habitantes. Un grupo de vecinos que paseaba cerca del Castillo aseguró hace una semana haber visto a un felino salvaje de color negro muy parecido a esta especie. La alerta no dejó indiferente al ayuntamiento, que puso en marcha en seguida un dispositivo especial de búsqueda del animal, mientras que pidió calma a sus habitantes.
La historia se ha hecho cada día más grande e incluso ya ha captado el interés de la prensa internacional. De hecho, este dispositivo ha ido creciendo y ya cuenta con agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, voluntarios de Protección Civil, miembros de la Guardia Civil (incluso con un helicóptero) y expertos. Todos ellos siguen un plan exhaustivo de busca y captura ante la presencia de cada vez más curiosos y medios de comunicación.
Los expertos de la Guardia Civil han instalado cámaras térmicas en la zona, han instalado una caja trampa para atrapar al animal salvaje en el caso de que este exista y cuentan con armas con dardos tranquilizantes por si hicieran falta.
Posible solución del misterio
La novedad más relevante en este caso ha sido la captura este pasado jueves de unas imágenes por parte del fotógrafo Alfonso Azaustre, que habría dado con el animal. Pero según estas fotografías, no estaríamos hablando de una pantera negra, sino de un gato negro con sobrepeso con unas dimensiones fuera de lo normal. Todas estas imágenes se las ha quedado el ayuntamiento que, hasta que no haya resultados en el operativo, mantendrá el dispositivo y la petición de calma y prudencia para la población.
El culebrón ha llegado tan lejos que, incluso, un grupo de vecinos aseguran haber oído el rugido del animal, aunque, según apuntan las primeras informaciones, se trataría del ronroneo habitual de un gato.
En definitiva, la expectación y especulaciones continuarán mientras no resuelva el gran misterio: ¿será una pantera o un gato negro muy gordo? Hasta entonces, las historias de los vecinos seguirán a pie de unas calles de Ventas de Huelma que han quedado desiertas ante el temor a encontrarse con la fiera.