Los investigadores siguen trabajando a contrarreloj para encontrar al autor del atropello mortal de Claudia San Román. La estudiante de 20 años fue arrollada la noche del 20 de noviembre en Ciudad Universitaria (Madrid), y el conductor se dio a la fuga. En las últimas horas han detenido a los otros dos ocupantes del vehículo.
La policía está convencida de que acabarán encontrando al responsable: “La pregunta no es si lo pillaremos, sino cuándo”. Según ha desvelado ABC, la Policía Municipal ha arrestado a dos de los tres ocupantes del vehículo. Se trata de dos jóvenes con antecedentes que acompañaban al conductor en el momento del atropello.
Claudia fue atropellada mientras cruzaba la estrecha calle de su domicilio, cuando volvía de tomar algo con sus amigos. Un Citröen negro se la llevó por delante, y desde entonces buscan al conductor. Se trata de un marroquí con antecedentes, que esta semana tenía que entrar en prisión por un robo con fuerza.
Niegan saber dónde está el autor
Los dos detenidos también tienen antecedentes, en su caso por trapicheos con drogas. Uno de ellos se ha negado a declarar, pero el otro sí ha dado detalles sobre el accidente en el que murió la joven. Ha explicado que estaban “dando vuelta”, que se “habían perdido” y “buscaban una salida” para volver a su barrio.
El sujeto ha negado saber dónde se encuentra el autor material del atropello, pero sí ha desvelado la posición que cada uno ocupaba en el turismo. Los dos detenidos, vecinos de Puente Vallecas, han quedado libres con cargos. Se les acusa de un delito de deber de socorro, y tendrán que responder ante la justicia.
Su detención ha sido posible gracias a las labores de la Policía Judicial de Tráfico y del distrito de Vallecas. Los agentes intensifican la búsqueda del conductor del vehículo. Con ellos iba una cuarta persona que se bajó del vehículo antes del atropello, y que está identificado pero no en calidad de investigado.
Lo buscan en varios domicilios
El propietario del coche, un joven de nacionalidad española de 21 años, declaró habérselo prestado al principal sospechoso. Quedó en libertad en calidad de investigado, y tiene que presentarse en el juzgado a diario. Su declaración puso a los investigadores sobre la pista del presunto autor del atropello, un joven marroquí con antecedentes.
La Policía ha visitado diversos domicilios donde creen que podrían tenerlo escondido, pero de momento ni rastro. También barajan la posibilidad de que haya salido del país, pero es poco probable por la velocidad con que le identificaron. Todas las hipótesis siguen abiertas, y creen que es cuestión de tiempo que lo acaben encontrando.
Según fuentes oficiales de la investigación, en el coche no hay indicios de que vinieran de perpetrar un robo o vender droga. Lo que no se puede descartar es que fueran a hacerlo en aquel momento, y que el atropello frustrara sus intenciones. El Citröen fue hallado en la ronda Sur, donde viven todos los investigados.
Extremadamente peligroso
El presunto autor de la muerte de Claudia es un marroquí, y no un rumano como se informó inicialmente. Este sujeto tiene antecedentes penales por atentado a un agente de la autoridad y por robo con fuerza. El caso está juzgado y con sentencia firme, y de hecho, tenía que entrar en prisión esta misma semana.
La Policía acelera ahora la investigación para llevarlo ante la justicia, y que responda por el asesinato de Claudia y por su condena pendiente. La principal hipótesis de los agentes es que una tercera persona le está dando cobertura. Han emitido una advertencia sobre él, ya que se trata de una persona extremadamente peligrosa.
En cambio, los agentes han descartado que el dueño del vehículo estuviera implicado en el accidente. No tenía marcas ni rasguños, a pesar de lo aparatoso que resultó el impacto. El coche tenía el faro y el cristal rotos, y la carrocería abollada por la brutalidad del choque.
Otro imputado por omisión de socorro
Por su lado, la Unidad de Policía Judicial de Tráfico imputó un delito de omisión de socorro al conductor del VTC que llevó a la víctima hasta su casa. Los agentes han comprobado que el chófer del Uber la acercó hasta su domicilio, y que fue testigo del atropello. Lejos de auxiliar a la víctima, se dio a la fuga.
Fue el portero del edificio quien se percató de lo ocurrido, avisó a emergencias y efectuó los primeros auxilios. Los investigadores al mando del caso ven “lamentable” la actuación del chófer, y creen que podría ser objeto de un delito. Tras identificarle fue llamado a declarar, y reconoció haber actuado mal aquella noche.
Así, con todas las dificultades los investigadores se van acercando al final de este caso, que se cerrará con la detención del autor material. Atrás queda la tragedia humana que supone la pérdida de una joven canaria de 20 años, estudiante de Medicina. Sus restos ya descansan en su localidad natal, a cientos de kilómetros de donde perdió la vida.